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Sol y sombra

La comisión

En los debates de las corporaciones municipales destaca sobre el resto el diálogo para besugos. El último en Avilés tiene que ver con el hecho de si es más conveniente una comisión informativa sobre la "trama del agua" o una de investigación. A efectos jurídicos ambas tienen la misma importancia, es decir ninguna, a efectos de que se pueda aclarar algo más de lo que ya se va conociendo a través de la vía judicial, ninguna de ellas ofrece posibilidad ni relevancia.

Las llamadas comisiones informativas o de investigación, por lo general, suponen una pérdida de tiempo mayúscula como ya se demostró en el Principado con los casos del Niemeyer y de Villa. Da igual que los comisionados sean diputados o concejales: el asunto para lo único que sirve es para sacar o meter pecho político. Para examinar cómo está el contrato del servicio del agua con la empresa que supuestamente pagaba favores a algunos políticos no hace falta montar una comisión; el mismo Gobierno municipal debería interesarse, a la vista de lo que ha sucedido, por ver si hay algún que otro cabo suelto, un fleco a cuenta. Simplemente con el fin de que no haya posibilidad de volver a deslizarse por el filo de la navaja del tráfico de influencias.

Pero bueno, si los señores concejales, que no deben de tener muchas cosas de las que ocuparse, quieren poner en marcha una comisión para investigar lo que ya está siendo investigado en los tribunales o informar sobre lo que ya parece suficientemente informado, allá ellos y el dinero de los contribuyentes. Que el PSOE y el PP voten en contra de que la comisión investigue lo que no puede investigar, ni tiene atribuciones para ello, no puede considerarse de manera grandilocuente "una estafa democrática" o "un pacto vergonzoso". Se trata de una exageración construida sobre un imposible basado en la inoperancia.

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