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Cien líneas

Horizontes

A ver qué dice mañana el Rey. Tal y como están las cosas nadie puede ir mucho más allá de la retórica. Y los que están de hoz y coz en el fregado de formar Gobierno no tienen otra que decir lo contrario de lo que piensan porque si enseñan las cartas están perdidos.

Adivinar a partir de las mentiras no es un ejercicio imposible sobre todo, como es el caso, cuando son absolutas. De ese contra juego a mí, como primera opción, me sale que habrá elecciones generales en primavera.

Es la única forma que tiene Rajoy de salvarse. Y más que salvarse. Mejoraría mucho los 123 escaños que tiene desde el domingo y, en la misma tacada, Podemos liquidaría al PSOE. Un escenario que conviene al registrador: derecha razonable contra izquierda radical. Una legislatura mucho más favorable que la que ahora tiene hipotéticamente por delante.

Pablo Iglesias II ha abierto el terreno de juego. Cuando estamos aún en los prolegómenos de los prolegómenos de formar Gobierno dice que es imprescindible en cualquier hipótesis el referéndum de Cataluña. Vamos que apuesta decididamente por la independencia catalana porque un referéndum no se exige por un mero ejercicio de estilo.

Tal es la almendra del asunto. Ni la relativa discreción del resto de los partidos oculta la verdad. Por cierto, Mas está a punto de salirse con la suya y mira que se han reído de él.

Con Gobierno en invierno y sobre todo con nuevas elecciones en primavera, el mitema de las dos Españas se reactualiza. Ideal para la independencia de Cataluña.

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