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Javier Morán

El Cormorán

Javier Morán

Por dónde empezar

No sabemos por dónde empezar a trinchar el año, que se aventura con mucha carne y mucha grasa. Únicamente nos sosiega el admirar cómo el socialista Javier Fernández -que por casualidad preside el Consejo de Gobierno del Principado de Asturias- ha sido alzado por una parte importante del PSOE como faro de lo que ha de venir. Su condición, entre intelectual y chamánica, debe de tener algo que ver. Intelectual porque él mismo ha referido alguna vez que su vocación continúa siendo la de estudiar. Lo manifestó, mismamente, en su última toma de posesión, allá, en el caserón de Fruela. Y chamán porque debe de ser de los más veteranos socialistas en activo y, sobre todo, porque su faceta memoriosa le permite ser casi el único que recuerda los exorcismos de la tribu contra los malos espíritus. Total, que el otro día el presidente de Aragón, Javier Lambán, puso una pintada en Twitter que decía: "Javier Fernández y Susana Díaz son nuestros referentes socialistas institucionales más importantes. No dejemos que los insulten y los desprestigien", lo cual quiere decir que las "navajitas plateás" están a la orden del día en el PSOE y que buena parte de la formación desea enterrar ya a Pedro Sánchez (máxime si en mayo vuelve España a las urnas). Compartimos el deseo, pero seguramente no seremos tan crueles como esas bandadas de socialistas. Pero la situación es grave: el PSOE fue partido de profesores, de ingenieros, de químicos, de economistas, de abogados, pero hoy lo es de jóvenes provectos y empotrados en la política desde su más frágil juventud.

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