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Joaquín Rábago

El banco de todos los excesos

Leíamos el otro día que el gran banco de inversiones estadounidense Goldman Sachs registró en el cuarto trimestre del año importantes beneficios pese a haber sido sancionado con la mayor multa de su historia. Los beneficios alcanzaron en ese trimestre los 765 millones de dólares, equivalentes a 1,27% por acción, pese a tener que pagar una multa de 5.100 millones para poner fin a las investigaciones de las autoridades de EE UU sobre las repugnantes prácticas que condujeron a la última crisis financiera.

Entre 2005 y 2007, el banco, que encarna todos los excesos de la especulación financiera, vendió productos respaldados por hipotecas basura y apostó por la ruina de millones de familias norteamericanas. Si alguien lo hubiese olvidado, ahí tiene una impactante película recién estrenada: "La Gran Apuesta", de Adam McKay. ¡No se la pierdan!.

Sucede a veces que los bancos y muchas grandes empresas incurren en prácticas ilegales en el convencimiento de que, gracias a sus valiosísimas redes de contactos con la política e incluso la justicia, nunca terminarán pagando. Y es sabido que en el caso de Goldman Sachs sus redes son tan extensas como poderosas, pues muchos de sus hombres ocuparon y algunos siguen ocupando puestos de enorme influencia en una Europa literalmente secuestrada por el pensamiento neoliberal. El actual presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, fue su vicepresidente para Europa; su compatriota, excomisario y ex primer ministro tecnócrata italiano, Mario Monti, fue asesor internacional del banco. También estuvo vinculado a Goldman Sachs el exgobernador del Banco Nacional Griego y después primer ministro conservador, Lukás Papadimos, y es de sobra conocido el papel que jugó el banco de inversiones en el maquillaje de las cuentas de Grecia.

Otros políticos europeos como nuestro ministro de Finanzas Luis Guindos estuvieron vinculados a otro banco de inversiones, Lehman Brothers, que protagonizó la mayor quiebra de la historia al no haber logrado superar la crisis de las hipotecas subprime.

Pero si Lehman Brothers fracasó, Goldman Sachs supo aprovechar gracias a sus tentáculos los cinco años de crisis para aumentar incluso su poder financiero y su influencia en el mundo. Y ahí volvemos a tenerlo hoy, como si nada hubiera ocurrido.

Por cierto que el otro día nos contaba un diario digital que la compañía gasista que posee Goldman Sachs en España, Radexis Gas, se había acogido al plan Juncker y había recibido un crédito blando de 160 millones de euros. Radexis Gas quiere utilizar esos fondos para promover la extensión de las redes de distribución de gas hasta 2018, para lo que hay prevista una inversión total de 325,6 millones. Radexis Gas, antes Endesa, está presidida por personajes próximos a dirigentes del PP, entre ellos el expresidente del Gobierno, José María Aznar. Siempre esas poderosas influencias.

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