Si se cumplen los peores augurios, dos de los puntales del actual Sporting, Jony y Luis Hernández, tendrían ya bota y media en el Málaga, atados para la próxima campaña. Que emigren no es un drama: es la ley del mercado, de la oferta y la demanda. Lo pésimo es que abandonen el club a coste cero, que el Sporting no ingrese ni un euro en concepto de traspaso, pues ambos finalizan contrato. Es triste y económicamente ruinoso que el trabajo de cantera no genere en ambos casos beneficio alguno, pues se trata de una revalorización sin IVA incluido. Tal vez habría que recuperar el cobro por derechos de formación, de tal manera que los clubes canteranos obtengan algún rédito de los años de trabajo con los jugadores que despuntan; o abrir el derecho de tanteo, como en el baloncesto, lo que daría opción a igualar cada oferta. Ahora buscaremos culpables, que si directivos poco diligentes, que si futbolistas mercenarios, cuando lo nocivo es el sistema.
