La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alberto Menéndez

Incógnitas electorales

La mayoría de los políticos asturianos considera que habrá nuevas elecciones generales el próximo 26 de junio. Por supuesto que ningún partido asume la responsabilidad del fracaso negociador, sino que todos acusan a sus adversarios de la falta de acuerdos. Pero la culpabilidad de lo que está sucediendo es compartida; de una forma u otra cada uno de ellos está facilitando que haya otros comicios dentro de dos meses y medio. Porque la gobernabilidad de España es algo que afecta a la totalidad de los grupos, es una cuestión de voluntad generalizada, lo que no quiere decir, ni mucho menos, uniformidad. No, de lo que se trata es de que no todo se vea en clave electoral, que haya otras percepciones de la realidad política y que en base a ellas los partidos acepten que, en situaciones como la actual, sin cesiones no hay alternativas de gobierno posibles.

Supongamos que hay legislativas en junio. Lo normal es que, más o menos, se repitan los resultados del 20 de diciembre. Según las últimas encuestas, pueden subir algo el PP o Ciudadanos (uno, dos, tres diputados), bajar Podemos (más o menos lo mismo), mantenerse como está el PSOE e incrementar algo su representación IU. Y después de los comicios, ¿qué? A diferencia de lo sucedido en diciembre ¿alguno de los número uno estaría dispuesto a dimitir por no cubrir las expectativas o para facilitar posibles acuerdos de gobierno que sólo fueran factibles sin su presencia? Porque puede pasar que el país se encuentre allá por julio casi como está ahora. Y entonces ¿qué?, ¿seguirán unos y otros encerrados en sí mismos?, o, agobiados por las circunstancias, ¿rectificarán? Si así fuera, ¿por qué no se lo piensan mejor y modifican su estrategia ahora? Ahorrarían mucho tiempo y dinero a España.

Para empezar, habrá que ver si los partidos mantienen las listas electorales o no. En Asturias, por ejemplo, será muy interesante saber si se reedita la coalición entre el PP y Foro o si la cabeza de lista socialista, tras las discrepancias entre la FSA y Pedro Sánchez, vuelve a ser Adriana Lastra. Y Podemos ¿aceptará sin más los candidatos impuestos por Pablo Iglesias como sucedió el 20-D?

Compartir el artículo

stats