La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Javier Morán

El Cormorán

Javier Morán

La fecundidad de las bestias

Hay un osito pardo llamado "Ben" al que comparan con "Furaco", la bestia cántabra que dio del gatillazo con las hermanitas asturianas "Paca" y "Tola", y que de milagro no le partió la cadera a una de ellas, o a las dos, en el caso de haber culminado un trío. Pues sucede que "Ben" logró hace poco preñar de trillizos a una hembra del Valle de Arán (Lérida). Pero hay más, porque el tal "Ben" ya venía de fecundar a una osa francesa en Francia, lo cual, como todo lo francés, debe de tener sus pejigueras y refinamientos. En cambio, desde el parque natural de Cabárceno (Cantabria), el presidente Miguel Ángel Revilla nos envió en 2008 a "Furaco", que fue un desastre completo, e incluso un gafe. Revilla llegó a decir que el muchachote traía un esperma excelente, fruto de su esmerada alimentación con sobaos pasiego y anchoitas de Laredo, pero en realidad lo que nos vino fue un bodoque de 300 kilos que corría detrás de las hermanitas, las cuales, juntas, venían a pesar lo mismo que el otro. El caso es que a "Tola" la montó varias veces y le fastidió de manera verificable alguna articulación. Pero llegó a preñarla, y con tan buena suerte que la osa parió un esbardo y lo aplastó a continuación. "Furaco" también lo intentó con "Paca", hembra inteligente que en seguida rechazó al idiota cántabro. Ahora bien, toda esa acumulación de desgracias debió de tener un origen, es decir, que como se dice ahora fue un suceso de "justicia poética" para castigar a los humanos por algo. En efecto, el día que Revilla trajo a "Furaco" se le juntó Areces y ambos se unieron en sus votos por la fecundidad de las bestias. O sea, lo jodieron todo.

Compartir el artículo

stats