El presidente asturiano, Javier Fernández, no quiere unas terceras elecciones; es más, da la sensación de que desea un Gobierno del PP lo antes posible. Pero ahí se queda, no explica qué se puede hacer para cuadrar los números y que Mariano Rajoy salga investido presidente en una segunda votación, cuando sólo es necesario tener más votos a favor que en contra.
No lo ha dicho nunca el líder de los socialistas asturianos, pero para que se haga realidad lo que él propone implícitamente es indispensable que los parlamentarios del PSOE, o al menos algunos, se abstengan. Eso sí, lo que le pide al número uno de los populares es que se mueva, que intente buscar apoyos de grupos parlamentarios más o menos afines, para no hacer recaer toda la responsabilidad de que haya o no Ejecutivo en los socialistas. Más o menos lo que Javier Fernández le está pidiendo a Mariano Rajoy es que abra al PSOE una puerta para justificar un posible cambio de actitud en el Pleno de investidura.
Sorprendentemente Javier Fernández puso a José María Aznar como ejemplo de lo que debería hacer Rajoy. El presidente del Principado señaló el martes en una reunión con empresarios en Oviedo que hace veinte años Aznar ganó por sólo 200.000 votos de diferencia y que se puso inmediatamente a trabajar para formar gobierno. Y lo hizo con los nacionalistas vascos y catalanes. Es en este punto en el que desconciertan las declaraciones del secretario general de la FSA. ¿Qué es que está pidiendo a Rajoy un acercamiento al PNV e incluso a los diputados de la antigua Convergencia? No parece muy lógico que Fernández promueva este tipo de negociaciones cuando es bien conocida su postura contraria a este tipo de contactos, como quedó patente en todas las reuniones del comité federal del PSOE celebradas en los últimos años. Pero es que, al margen de Ciudadanos, Rajoy no tiene más opciones para hablar, dentro de su espectro ideológico, que con los nacionalistas catalanes, vascos y canarios.
¿O será eso lo que busca Javier Fernández?, que el PSOE se vea obligado a facilitar un gobierno de Rajoy para evitar que éste ceda a alguna exigencia nacionalista.
