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Clave de sol

El pugilato municipal

La súbita irrupción en los entes públicos de una serie de políticos de estreno muy ideologizados, rompedores y hasta iconoclastas en algunos casos -además de sedicentes progresistas, según es mal entendida por convención esta palabra- convierte el panorama político del momento en una especie de pugilato permanente.

Centrados en lo municipal ovetense, por la relevancia del factor proximidad, observaríamos a bote pronto que los nuevos ediles al frente de la situación dicen haber encontrado en su parcela un desastre general sin mezcla de bien alguno. La pregunta es dónde estaba la leal oposición y los controles legalmente establecidos. Pero ésa es otra historia.

Si no fuera porque este conflicto local ha de entorpecer la gestión delegada de los intereses generales, pienso que supone un atractivo lúdico para el común de la gente. La constante polémica puede ser un factor irritante de la convivencia, pero de cara al público suscita la polémica y, como resultado, un interés incentivado por la cosa pública.

Lo digo por mis tertulias de café que si no fuera por las ausencias veraniegas ya habríamos empezado con las apuestas. Y es curioso observar que algunos de los alegatos con los que se trata de atacar o de rebatir los argumentos de la oposición se hacen invocando la cooperación, la generosidad y la concordia.

Mas, antes de llegar a ese punto, nos han hecho pasar por un relato espeluznante de irregularidades, guerracivilismos, derroches, abusos y corrupciones achacables a quienes ejercían legítimamente el poder local. Pero si existe una corporación de verdad congregatoria en la defensa de los intereses colectivos más próximos, sería el ayuntamiento, como su propio nombre indica.

Competencias, además, directas y muy marcadas. Que los nuevos ediles tratan de ampliar con frecuencia metiendo la nariz donde no deben.

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