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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Un asunto que huele

Ya sabemos en Gijón lo que significa la palabra provisional en los planes del Gobierno de la nación para esta ciudad: basta con echar un vistazo a la estación ferroviaria de Sanz Crespo o de la señorita Pepis; pero, aunque sea con el agravante de la temporalidad, al menos se plantea desde ayer una solución de urgencia para resolver el vertido al Cantábrico, sin depurar, de las aguas residuales de la mitad de la población gijonesa.

La Alcaldesa y la consejera de Fomento han acordado elevar alternativas de urgencia para resolver al menos el desarenado y el desengrasado de las aguas residuales que el emisario submarino de Peñarrubia conduce a dos kilómetros y medio de la playa. Entre ellas destaca la disposición de una instalación móvil cuyo coste se estima en dos millones de euros.

Las propuestas consensuadas en Oviedo por Carmen Moriyón y Belén Fernández en "entente cordiale" serán elevadas de inmediato al Ministerio de la señora Tejerina en funciones (decir en funciones es eufemismo de que no funciona, dicho sea sin ánimo de ofender y en referencia al impasse institucional que nos tiene sin Gobierno y sin previsiones inmediatas de tenerlo).

No es moco de pavo y ya huele que 31.000 metros cúbicos de aguas residuales se viertan diariamente al mar sin depurar en Gijón. Y que aproximadamente cincuenta metros cúbicos de arena y grasa lleguen al litoral cada mes sin tratamiento alguno. No es broma, por tanto, reclamar una solución urgente a las administraciones, estén en funciones, en activo o mediopensionistas.

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