Con el bloqueo político permanente, la falta de iniciativas para intentar superar el parón institucional y la zozobra ciudadana es lógico que algunos políticos acaben cayendo en la melancolía. No es para menos, dadas las circunstancias: que tras dos elecciones generales España continúe sin Gobierno y con un porcentaje muy alto de posibilidades de que haya unos nuevos comicios el 18 de diciembre tiene que ser muy desmoralizante, sobre todo para aquellos que llevan meses anunciando que habrá un acuerdo, que los grandes partidos no van a ser tan insensatos como para no ponerse de acuerdo para así evitar una nueva convocatoria electoral.
Uno de estos políticos desanimados, desesperanzados es, si nos atenemos al contenido de su intervención de ayer en la Universidad, el presidente del Gobierno del Principado, Javier Fernández. Aunque ya lleva tiempo rumiando su desazón, fue en su discurso en el inicio del año académico en el que el jefe del Ejecutivo autonómico muestra ya todas sus inquietudes, su desesperanza por el futuro político del país a corto plazo, "por el destino fatal" que supondrían unas terceras elecciones.
Después de oírle ayer no parece probable que el líder de los socialistas asturianos esté dispuesto a tomar iniciativa alguna para eludir otros comicios. La clausura de la Escuela de Verano de UGT en Gijón el pasado viernes quizá tenga que ver en este melancólico cambio de actitud de Javier Fernández. En Gijón, el líder de la FSA comprobó una vez más la contundencia de Pedro Sánchez en su negativa a cualquier acercamiento al PP, pero es que, además, también constató el aparente respaldo mayoritario de los militantes del PSOE a las tesis de Sánchez, empezando por los ugetistas, con su secretario general, el asturiano José María Álvarez, a la cabeza.
Por supuesto que aún queda tiempo para que la actual situación política se desbloquee, pero lo que está claro es que ya hay políticos (como Javier Fernández) que consideran que la cerrazón de unos y otros (el PP no ofrece tampoco nada nuevo) no es precisamente muy prometedora.
