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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Pozo de tormentos

Los vecinos de la calle Brasil, en La Calzada, que cuando llueve se mojan como los demás pero además se les inundan bajos y comercios y se tienen que calzar por el trámite de urgencia las botas katiuskas, van a cantarle una zarzuela de Sorozábal y las cuarenta esta mañana a la Alcaldesa en la sede de la Empresa Municipal de Aguas. O sea, que a Moriyón le va a caer un chorreo como chuzos de punta a cuenta de las inundaciones que sufre esta zona de la ciudad cuando arrecia la tormenta. Lleve paraguas a la reunión, regidora. Y chubasquero.

Aseguran los técnicos que no existe otra solución para evitar que los residentes en la calle Brasil se vean un día con el agua al cuello que construir el tan cacareado pozo de tormentas de El Arbeyal, que se está convirtiendo, de tanta demora, en un pozo de tormentos, en muro de las lamentaciones del vecindario.

Un pozo tal -o tanque de tormentas, que también así lo llaman los que saben, los ingenieros como el nuevo gerente de la EMA, el zamorano Vidal Gago, al que ya se le avisan por La Calzada rayos y centellas- no es más que un aliviadero, un depósito preparado para capturar y retener el agua de lluvia cuando las precipitaciones son intensas, para aminorar el riesgo de inundación. O sea, que no es la obra del Escorial, por dificultades que la construcción plantee.

Están los vecinos que les lleva el huracán, hartos de que el Ayuntamiento no solucione el problema y mire para otro lado, como el que oye llover.

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