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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Es de valientes

Ahora que tantos asturianos de carrera emprenden la obligada huida, en un maratón inmisericorde de cientos de kilómetros, habrá que criticar a aquéllos que aseguran que correr es de cobardes. Más bien al contrario, se trata de una actividad física que reúne decisión y valentía. Cada mañana recorren el Muro hasta La Providencia, cuesta arriba, cuesta abajo, decenas de "runners", de corredores anónimos que practican con enorme empeño el deporte pedestre. Otros tantos circundan el "kilometrín", ese tartán gijonés imaginario que cuando se encharca provoca una tragedia popular tan incalculable como el desastre que supondría el estallido de un depósito de gas de la Campa Torres. Cada vez son más las mujeres que calzan zapatillas y aceleran el paso por el parque fluvial: hay una delgada línea, muy sencilla de acometer, entre caminar deprisa y correr despacio; una línea que se ensancha en magnitudes de mejora de salud y de autoestima.

Correr no es huir, sino la evidencia de perseguir una meta. Cuando uno corre, disputa contra sí mismo, contra sus límites: no hace falta competir con nadie. Y cada etapa de mejora, aunque sea un mísero segundo, es una victoria, ya que hasta el último en llegar es el ganador más lento de cada carrera popular. Si has decidido salir a correr, corre: no permitas que tus excusas te alcancen. No corras para ser mejor que otros: corre para ser mejor tú mismo. Y recuerda que el hábito es el que hace al "runner", no el precio de sus zapatillas. A los que corren para cuidarse y a los que lo hacen para buscarse en otros lares las habichuelas, salve y ánimo.

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