El Ayuntamiento de Gijón aprobó una iniciativa en el Pleno celebrado esta semana, con el apoyo de todos los grupos municipales salvo el PP, en la que exige al Ministerio de Fomento un informe "lo suficientemente extenso, detallado y pormenorizado" que evalúe el estado de las infraestructuras realizadas en relación con el metrotrén de Gijón y las actuaciones pendientes de llevar a cabo, tras conocerse que el administrador ferroviario Adif, del que depende esta instalación, decidió hace algún tiempo, sin que se supiera hasta ahora, suspender el mantenimiento del túnel y el bombeo de agua, lo que ha ocasionado que se encuentre prácticamente inundado. Aunque a juicio de los expertos la inundación es la manera más barata y técnicamente más sencilla de mantener el túnel en buen estado, lo que confirma esa medida es que el Ministerio sabe que la infraestructura no va a entrar en servicio a corto y medio plazo.
A la vista de esa evidencia, puede considerarse un enorme error la propuesta realizada también esta misma semana por el grupo municipal de Xixón Sí Puede de reducir en 180 millones de euros el coste del plan de vías, presupuestado en más de 400, mediante el mantenimiento de la estación provisional de Sanz Crespo con carácter definitivo para trenes de largo recorrido, instalando en el entorno del Museo del Ferrocarril la de autobuses y de cercanías, para enlazar con el metrotrén, que ya no llegaría a Cabueñes soterrado, como prevé el macroproyecto. De ser asumida por la mayoría de los grupos municipales, la iniciativa de los podemistas supondría una absoluta claudicación.
Es evidente que el modelo de financiación de la operación urbanística que supondría la construcción de una estación intermodal y el desarrollo del metrotrén hasta las puertas del Hospital de Cabueñes -la venta de parcelas del "solarón", de donde se preveían obtener 228 millones de euros- ha fracasado. A la mesa de la sociedad pública que gestiona el plan de vías, Gijón al Norte, no ha llegado ni una sola oferta por un suelo cuyo precio se encuentra en la actualidad fuera del mercado. Pero ofrecer a Fomento que la estación provisional pase a ser definitiva, que la instalación intermodal desaparezca del mapa de proyectos y el metrotrén se quede en menos de lo previsto, es dar al Estado cuando menos la excusa para que siga mareando la perdiz en relación con un proyecto vital para la modernización de las infraestructuras de transportes de esta ciudad.
Lo que los grupos políticos municipales deben hacer, todos a una, incluido el que lleva las mismas siglas que el Gobierno de la nación, es exigir al Estado que cumpla sus compromisos presupuestarios con Gijón e incluso que los amplíe económicamente para poder ejecutar el plan de vías, como ha hecho en otras ciudades sin mayores reparos, como Vigo o León. Eso es lo que piden los gijoneses a sus representantes municipales: que defiendan con uñas y dientes un proyecto ambicioso que no debe sufrir recortes ni quedarse, como parece, en agua de borrajas.
