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Modales

Los homenajes a Maldonado y a Alas Argüelles y la coincidencia con los fallos judiciales de Urdangarín, Blesa y Rato

Por pura coincidencia, a la vez que se rendía homenaje en Asturias a la memoria de Leopoldo Alas García-Argüelles, rector de la Universidad de Oviedo, fusilado el 20-2-1937, y de José Maldonado, último presidente de la II República en el exilio, fallecido en Oviedo el 11-2-1985, en las efemérides de sus muertes, la Audiencia de Palma y la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional fallaron en los procesos seguidos contra Iñaki Urdangarín, en Mallorca, y contra Miguel Blesa y Rodrigo Rato, en el alto tribunal de Madrid. El presidente Rajoy ya había anunciado que a la Infanta Cristina le iría bien en el desenlace judicial. Resultan inevitables las comparaciones. La primera dificultad está en que estos dos grupos de personas pertenecen a épocas distintas. Pero si nos atenemos a las mentalidades, los ahora encausados -¡qué tres pies para un banco!- corresponden a una época anterior, como poco corresponden a cuando se construyó en Oviedo "Villa Magdalena", en 1902; también podría decirse que Urdangarín, Blesa y Rato se quitan tantos años que su época corresponde, más bien, a la de los neandertales del yacimiento del Sidrón, de hace unos 50.000 años, que, según algunos arqueólogos, practicaban ocasionalmente la antropofagia. Incluso, según algunos científicos, pudo ocurrir que la extinción de los dinosaurios, hace 65 millones de años, por un meteorito -según los Álvarez, de Salas- no fuera total, y que pudieran quedar de aquellos monstruos restos biológicos cuyas consecuencias alcanzan a nuestros días. En cambio, los perfiles éticos de Alas Argüelles y de Maldonado son plenamente actuales y de futuro. Pretendían alcanzar unas formas de vida colectiva donde los ciudadanos fueran tratados como príncipes y los príncipes recibieran el trato de cualquier ciudadano. La tan denostada II República contó con hombres, con ideas y con realizaciones que merecen y exigen ser estudiados y seguidos aún en nuestros días. Alas Argüelles, en el Consejo de Guerra que lo condenó a muerte, recibió entre otras "graves acusaciones" el haber asistido a un mitin de Azaña, cuando debiera ser de obligado cumplimiento para los parlamentarios españoles actuales la lectura de los discursos del político complutense, a ver si se les "pega" algo. Ni Urdangarín, ni Blesa ni Rato irán a prisión ni pagarán fianza, aunque pesan sobre ellos las condenas, respectivamente, de 6 años y tres meses, 6 años y 4 años y medio, con acusaciones acumuladas: de prevaricación continuada, de malversación de caudales públicos, de fraude a la Administración, de tráfico de influencias, de delitos contra Hacienda, de alzamiento de bienes, de blanqueo, de apropiación indebida, de delito societario, de delito fiscal, de administración desleal, de actitud depredadora, de pillaje, de rapiña, de uso indebido de tarjetas black, etcétera. Los dos altos tribunales subrayaron los buenos modales de los acusados a lo largo del proceso judicial.

Con buena lógica, el tribunal de Mallorca dictaminó que es muy improbable que Urdangarín se fugue de España, residiendo en Suiza. De Miguel Blesa, la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional señala que tuvo "un comportamiento intachable" durante el proceso y que compareció ante el Tribunal "cuantas veces fue requerido". En cambio, con muy buen sentido, José Maldonado prefirió trabajar en el exilio en una serrería de madera, en Bagnères de Luchon (Francia), antes que someterse a un Consejo de Guerra en Oviedo, donde, sin duda, habría corrido la misma suerte que su amigo Alas Argüelles. A Rato le reconocen los jueces "un comportamiento cabal", lo que parece un poco excesivo si se tiene en cuenta que "cabal" significa, en una de sus primeras acepciones, "honrado, trabajador y justo".

Como contribución a los buenos modales, Maldonado creó treinta escuelas, como alcalde de Tineo, en el bienio 1931-33 de la II República, y Alas Argüelles inició la difícil recuperación de la Universidad de Oviedo tras haber sido incendiada en la Revolución de 1934.

Gestos personales. En el momento de ser fusilado, Leopoldo Alas Argüelles cedió su abrigo a un pobre, detenido por un delito menor, que unos días después pedía limosna por Oviedo vestido con la indumentaria del rector de la Universidad. Los historiadores del arte al explicar el cuadro velazqueño de "Las lanzas" cuentan que el 5 de junio de 1625 cuando Justino de Nassau, gobernador holandés de Breda, entrega las llaves de la ciudad al capitán general de Flandes, Ambrosio de Spínola, genovés al servicio de la monarquía española, éste impidió que el flamenco se humillara hincando la rodilla en tierra. Cuando José Maldonado regresa definitivamente a España en 1980, el teniente de la Guardia Civil de Tineo se entrevistó con él: "Don José -le dijo-, tengo la orden de devolverle inmediatamente su casa, que le fue confiscada y convertida en cuartel de la Guardia Civil en 1939". A lo que contestó Maldonado: "Yo no voy a hacer con ustedes lo que ustedes hicieron conmigo. ¿No están construyendo un nuevo cuartel? Pues termínenlo tranquilamente y cuando finalicen las obras me devuelven mi casa".

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