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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Delincuente en su insistencia

Hay que reconocer que el tipo es perseverante en el empeño y en el método. Lleva casi cincuenta detenciones pero él, erre que erre, insiste en saltarse las normas de tráfico, las de urbanidad y el Código Penal a la torera, una vez tras otra. Inquilino frecuente de los calabozos de la Comisaría, los agentes ya intuían, cuando se conoció esta semana la huida de película de un delincuente en un coche robado desde Candás a Gijón tras perpetrar un robo, que era él, el de siempre, el pillo de Portuarios.

Casi siempre actúa de la misma manera, con idéntico modus operandi, al amparo de la nocturnidad y con el regusto de cierta alevosía. Elige un bar amparándose en la oscuridad, revienta la luna con una tapa de alcantarilla y se lleva la recaudación de la máquina tragaperras. Suele robar un coche para ampliar el área delictiva y afinar sus correrías.

Dicen que conduce con tanta temeridad como pericia: en una de sus últimas hazañas acabó estrellando el vehículo contra un muro.

En Gijón hizo correr ríos de tinta cuando, tras haberse apoderado de un camión en Llanera, protagonizó una carrera de obstáculos por calles del barrio de La Calzada, serpeando a volantazos y causando destrozos a una veintena de coches que estaban estacionados en la vía pública. A la hora de escribir estas líneas continuaba en situación de búsqueda y captura. Tiene pendiente una condena de ocho meses, pero no parece importarle añadir más días de penal a su historial extenso. Noel suma y sigue: sabe que cuando vuelva a la calle y le eche un ojo a un "buga" que le mole iniciará otra carrera a ninguna parte.

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