La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Universidad de Oviedo

Ruedo Ibérico y "La Guerra Civil española"

La investigación de Hugh Thomas constituía una novedad revolucionaria en la España de los sesenta

En esta pequeña nota a propósito del fallecimiento a los 85 años de uno de los más destacados hispanistas británicos no me propongo glosar su figura; otros lo han hecho y lo seguirán haciendo con más tino y profundidad, dado mi escaso saber sobre su biografía. Con una vasta producción historiográfica a sus espaldas, buena parte de ella dedicada al imperio español, tuvo una intensa actividad tanto como docente e investigador como político en ejercicio, pasando por la práctica totalidad de los partidos; laborista en su juventud, tory en la época de Margaret Thatcher, que le ennobleció; más tarde se integró con los liberales, y finalmente acabó siendo independiente, siempre desplegando su actividad en la Cámara de los lores.

Pero volviendo al título de esta reseña quisiera hacer hincapié en la enorme influencia que la editorial Ruedo Ibérico tuvo en la difusión de su obra más conocida y por la que, seguramente, pasará a la historia, "La Guerra Civil española", verdadero hito en los estudios sobre la España contemporánea. Publicada inicialmente en inglés, buena parte de su éxito tiene que ver con la temprana versión española que llevó a cabo Ruedo Ibérico. La editorial, fue fundada a finales de 1961, con escasos medios, por unos pocos amigos exiliados en Francia; embarcados todos ellos en un proyecto quijotesco que trataba de nutrir a los españoles con obras rigurosas sobre la España contemporánea, lejos de la censura de Franco. El hoy casi olvidado José Martínez dedicó su vida a la editorial Ruedo Ibérico. Justamente la primera publicación que vio la luz en 1962 fue la versión en castellano de "The Spanish Civil War", publicada en abril de 1961 cuando su autor contaba con apenas 30 años. Naturalmente fue prohibida en España, aun así, esta edición se convirtió en un título de culto y abrió una manera de contar la guerra civil que encandiló a las jóvenes generaciones de investigadores.

La obra transitó clandestinamente en reducidos círculos universitarios, y gozó de una gran influencia durante los años de la Transición; no era para menos [la primera edición de curso legal en España es del año 1976]. Se trataba probablemente de la primera historia profesional que se plantea comprender las causas del conflicto, ecuánime, imparcial, rigurosa, y muy documentada con fuentes inéditas y de muy variado signo, incluidas las diplomáticas. Investigó exhaustivamente en archivos nacionales (a los que no tenían tan fácil acceso los investigadores españoles) y extranjeros, manejando a su vez una amplísima bibliografía que le permitió elaborar una síntesis francamente sobresaliente en la época. A ello habría que añadir su clara y precisa prosa, rasgo éste que suele caracterizar a los más destacados hispanistas.

Ciertamente Thomas se muestra proclive a la República, defiende a socialistas moderados como Prieto o Negrín, pero es enormemente hostil frente a los anarquistas y a la revolución que se desata en el verano del 36; contempla ya una España fragmentada entre la revolución y la contrarrevolución. A aquellas alturas no cabía la democracia republicana. Valora bastante negativamente a Franco, pusilánime e indeciso hasta el último momento y sin embargo, el más ambicioso.

La investigación de Thomas constituía una novedad revolucionaria en la España de los años sesenta en la que después de la larga etapa hagiográfica sobre la Cruzada, había caído un manto de silencio sobre la historia española reciente. La II República o la Guerra apenas eran unos renglones cargados siempre de un sesgo negativo en los manuales escolares? Ni pensar en cultivar desde la Universidad temática tan "peligrosa" como objeto de investigación histórica; quizá la única excepción hayan sido los historiadores militares.

Con Hugh Thomas, la España contemporánea entraba quizás por vez primera en el ámbito del estudio riguroso, fundamentado, solvente y desde luego abrió perspectivas historiográficas novedosas en la misma década de los sesenta en la propia España.

La última reescritura de La Guerra Civil española se publicó en 2011, coincidiendo con el 50.º aniversario de la primera edición inglesa. El panorama historiográfico sobre la guerra de España en estos años ha cambiado tan sobresalientemente que la obra de Hugh Thomas ha sido totalmente superada, pero a ese cambio contribuyó indudablemente el gran hispanista conservador inglés.

Compartir el artículo

stats