Hace unos años empezamos a oír en los discursos de varios políticos que cada vez que utilizaban un substantivo del género masculino lo acompañaban del substantivo correspondiente en su forma femenina al referirse a diferentes colectivos, como por ejemplo: ciudadanos y ciudadanas..., compañeros y compañeras..., etc.
Pero este estilo de discurso ha quedado sentenciado como incorrecto por la Real Academia de la Lengua Española (RAE), ya que en uno de sus documentos dice lo siguiente: "La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas. Por tanto, deben evitarse estas repeticiones (...)".
Más recientemente, estos mismos grupos pretenden evitar cualquier referencia al sexo masculino o al femenino por considerarlo sexista o discriminatorio. El ayuntamiento de Zaragoza propuso hace unos meses una guía para evitar en los escritos el género masculino o el femenino, y por lo tanto está prohibido decir los trabajadores, los interesados, el jefe, etc., y obliga a sustituirlo por la plantilla, las personas interesadas, la jefatura, respectivamente.
En algunos colegios de Andalucía se presiona para que no se utilicen los términos profesor y profesora, investigador e investigadora., etc.; en su lugar proponen la opción neutra: profesorado, personal investigador etc. En Chile, algunas organizaciones están implantando la normativa de sustituir la terminación "os" y "as" por "es"; en vez de todos y todas dicen "todes", en vez de divertidos o divertidas dicen "divertides".
Los grupos de presión que más están influyendo para que los gobiernos adopten estas medidas lingüísticas son los grupos feministas de tercera generación. Estos grupos pretenden que, con el pretexto de conseguir la igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer, que es lo justo y natural (feminismo de primera generación), se utilice la lucha de clases como modelo: el hombre es la tesis, la mujer la antítesis y el género, la síntesis. El género es lo que consigue la igualdad según esta dialéctica marxista, como veremos a continuación.
La mejor manera de comprobar como se está imponiendo esta filosofía es observar como la mayoría de las personas han incorporado a su vocabulario habitual el término género en vez de sexo, como si fuese un sinónimo; porque, posiblemente, piensan que decir género es más tolerante o más actual que decir sexo. A ello ha contribuido la frase: "violencia de género", término inadecuado para lo que se quiere significar, pero que ha penetrado en la mente de todos los españoles a base de ser utilizado con frecuencia en los medios de comunicación.
¿ Y que es eso de género? En resumen esta filosofía, conocida como ideología de género, lo que viene a decir es que las personas no tienen sexo. El sexo , según ellos, es una construcción cultural que te asigna la sociedad. Es la voluntad de uno y no la naturaleza la que construye el sexo. Identidad de género es el término que se utiliza para referirse a todas las variantes sexuales que se pueden elegir.
Me contó un amigo que cuando una de sus sobrinas acudió a un hospital de Salamanca para el control del embarazo, preguntó a la ginecóloga si era niño o niña, la ginecóloga le contestó que ella solo podía decirle si tenía pene o vulva, pero ser niño o niña lo decidiría la criatura después de nacer, en el momento que pudiera decidir por sí misma.
Algunos se preguntan como es posible que una ideología que crea un lenguaje ridículo y niega la realidad biológica de la sexualidad (ser hombre o ser mujer), haya ido penetrando en la sociedad sin que la mayoría de las personas se hayan percatado de ello. Algún autor piensa que precisamente por ser tan antinatural la única manera de imponerla es promulgando leyes. Por ejemplo, el articulo 1.p de la ley 3/2016 de la Comunidad de Madrid dice lo siguiente: : " A los efectos previstos en esta ley, se entenderá por: identidad sexual y/o de género: la vivencia interna e individual del género tal y como cada persona la siente y auto determina, (...), pudiendo corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, (...)
Es llamativo que bajo la capa de no discriminación, estas leyes penalizan a aquellos que discrepan de esa visión atípica de la sexualidad. Pretender cambiar de sexo es biológicamente imposible, ya que todas las células del hombre tienen la estructura cromosómica de hombre (cromosoma Y) y las de la mujer, de mujer (cromosoma X).
La Academia Americana de Pediatría (AAP) elaboró un documento que puede resumirse en tres puntos: 1º, el género es algo subjetivo, los seres humanos tenemos sexo; 2º, el 85% de los niños que sienten que su sexo no coincide con su sexualidad por naturaleza, cuando superan la pubertad llegan a identificarse con el sexo que son, sin ningún tratamiento; y 3º, si se someten a tratamientos hormonales a estos niños, en una edad tan temprana, se les lastra para toda la vida. Por eso la AAP concluye diciendo que " la ideología de género hace daño a los niños".
Pues resulta que, según el articulo 70.4.c de la ley antes mencionada de la Comunidad de Madrid, si a alguien se le ocurre recomendar a los padres de un niño, que está en esa situación, seguir los consejos de la guía de la AAP, sería motivo de infracción muy grave.
En conclusión, es muy importante conocer los problemas que esta ideología origina a las personas y las instituciones. Por ello es recomendable influir en los políticos que nos representan con la finalidad de evitar que siga adelante un anteproyecto de ley que se ha presentado en el parlamento nacional con la finalidad de imponer la ideología de género a todos los españoles.
