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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Contaminaciones

Que la zona oeste de Gijón sufre desde hace tiempo con mayor virulencia el azote de la contaminación es una verdad incontestable, no un invento de los afectados que un día sí de cada cuántos detectan, sin necesidad de la certificación de aparatos medidores, que el aire que respiran no pasaría en ocasiones los filtros pertinentes.

Reconocer esa evidencia en lugar de negarla es gesto que honra a los actuales rectores regionales de la cosa ambiental, cuya responsabilidad no alcanza sólo al medio ambiente sino al ambiente entero.

Resulta obvio también que en los barrios de la zona oeste gijonesa la contaminación tiene en gran medida origen industrial. Como no se trata de cerrar empresas que generan aún numeroso empleo, bien escaso, en esta ciudad, la solución pasa por que responsables públicos e industrias se sienten a la mesa y alcancen un acuerdo, con la salud de los ciudadanos como principal premisa. Y si quien contamina tiene que pagar, quien se autoimpone medidas correctoras debe de tener también una compensación.

De igual modo que se conoce ahora que el Principado va a encargar a una empresa especializada determinar el alcance de la polución en El Lauredal y en Monteana, no estaría de más que la Administración regional realizara también un estudio sobre la incidencia de determinadas enfermedades respiratorias en esta zona de la ciudad. Resolver los problemas requiere en primer lugar reconocerlos, para decidir por dónde atacarlos.

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