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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Envueltas en cruel mortaja

Se trata del único asunto que en este país ha puesto de acuerdo a todos los partidos políticos desde el pacto contra el terrorismo etarra del año 2000. Y tiene su lógica sangrienta: la violencia de género se ha cobrado ya más vidas que los sanguinarios pistoleros de ETA. Que en 17 años el repudio a la violencia machista sea la única cuestión que genera consenso político y ciudadano en España da qué pensar de lo terrible de una lacra que no encuentra freno y cuyas cifras crecen alarmantemente, envueltas en crueles mortajas que ponen en cuestión el sistema educativo y el judicial, que no encuentran modo de atajarlo.

Cada caso supera al anterior, en ira desatada y truculencia. El apuñalamiento el jueves de una mujer en Azuqueca de Henares en presencia de sus tres hijos, todos menores de edad, provoca en la ciudadanía un dolor incontenible aún mayor que las muertes anteriores: una vida apagada a cuchilladas y otras tres castradas del amor umbilical más necesario por antojo brutal de un desalmado.

La estadística provoca escalofrío: en los últimos cinco años 189 niños se han quedado sin madre en este país. Y desde enero 48 mujeres han muerto a manos de sus parejas o exparejas. La lista de nombres y apellidos, de rostros reconocibles, daría para empapelar cientos de ataúdes que deberían estar vacíos. El Gobierno va a destinar 1.000 millones de euros a un amplio paquete de medidas destinadas a combatir esta herida sangrante que no cicatriza. Habrá que endurecer las leyes y los castigos a los maltratadores, ciertamente, pero sobre todo habrá que empeñarse en un ejercicio efectivo de pedagogía, desde la mesa camilla y el pupitre.

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