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Clave de sol

Las emociones mueven el mundo

Una lanza rota por el himno - de Marta Sánchez

Sorprende la reacción de repulsa -minoritaria, desde luego- de algunos sectores sedicentes de izquierda o sobreentendidos "progres" ante el gesto protagonizado por la veterana Marta Sánchez al cerrar su recital del sábado en el madrileño Teatro de la Zarzuela. La cantante estrenaba con solemnidad una letra del himno nacional inventada por ella misma. Gesto que ha despertado pasiones patrióticas en quienes asistieron en directo al acontecimiento.

No faltaron en cambio los sectores críticos. Y más que ninguno el diario "El País", desmelenado con un artículo incendiario que en el fondo concede al caso una desmesurada importancia, no sólo por la extensión del texto, sino por su contenido. Sorprende tan airada reacción.

De él son los siguientes conceptos literales dedicados a la composición: cursi, ñoña, mediocre, sentimentaloide, embarazosa, deslucida, acongojante, lacrimosa, pavorosa, hortera.. Y, por si fuera poco, oportunista y de mal gusto. Toda una letanía de improperios que, salvado el derecho del crítico, roza el exceso.

Reconozcamos que la letra escrita por Marta no es un prodigio de inspiración, pero sus conceptos son altamente positivos y casi no deja cabo suelo: el orgullo y el honor de ser españoles, la grandeza tierra que nos vio nacer, el sitio donde está nuestro corazón, el sol de España, la bandera de la patria, el anhelado retorno? Y, por si fuera poco: "Si algún día no puedo volver, guárdame un sitio para descansar al fin". No queda cabo suelto

Con ese material y alguna aportación positiva de futuro, un experto podría componer la tan anhelada como necesaria letra para poder cantar el himno nacional. Estamos muy necesitados de patriotismo como demuestra la reacción ante el sobrevenido problema catalán.

Realmente, la letra de un himno no tiene por qué ser necesariamente descriptiva de una realidad, sino estimulante. La pasión gana a la razón. Sabido es que "La Marsellesa" como el himno catalán y otros muchos (los hispanoamericanos son casi todos incendiarios) llaman a la acción directa aún en momentos de calma chicha. Tengo dicho que el ser humano sumergido en la masa pierde una parte variable de su personalidad racional para participar de lo emocional del colectivo.

Esto es más o menos lo ocurrido el otro día en el teatro de la Zarzuela con el golpe de efecto de una adecuada puesta en escena, una cantante dispuesta a transmitir patriotismo, muy bien dramatizado, y un público incentivado con los últimos acontecimientos en Cataluña. ¿La letra?... No sé si decir que la letra es lo de menos.

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