A poco más de un año para las elecciones autonómicas y municipales sólo algún político o analista muy osado se aventuraría a vaticinar por dónde pueden ir los resultados y más todavía qué partido podría acabar gobernando el Principado y en qué condiciones. ¡Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que sólo dos organizaciones se disputaban el triunfo en los comicios regionales y en muchos municipios apenas había cabida para las sorpresas!
Algunas de las últimas encuestas conocidas en Asturias siguen dando como vencedor en las autonómicas al PSOE, aunque sea con menos diputados aún que hace tres años. Pero, así, sin entrar en muchas profundidades demoscópicas, no parece que tenga demasiada fiabilidad un sondeo en el que se desconoce incluso quién va a ser el candidato socialista a la Presidencia del Principado. Porque por supuesto que no sería lo mismo que la lista fuese encabezada por el actual jefe del Ejecutivo, Javier Fernández, que por cualquier otra persona. Y ya se sabe que Fernández abandonará la primera línea política. Además, la crisis interna no está superada. Ni mucho menos. Y eso es algo que siempre cuenta, y mucho, en una contienda electoral.
Pero quizá la principal incógnita de los comicios regionales de 2019 en Asturias sea el resultado que pueda acabar obteniendo Ciudadanos. En algunas comunidades, caso de Madrid, las encuestas ya le dan por ganador; sin embargo, en el Principado el partido de Albert Rivera continúa en un segundo plano, siempre según los sondeos. Pero es que de lo que suceda con la formación naranja van a depender también el éxito o el fracaso del PP y de Foro. Este último partido podría quedar incluso como algo solamente testimonial.
El PP celebró el pasado fin de semana en Sevilla una convención nacional que pretendía ser la del relanzamiento electoral de la organización conservadora y que, al final, de potenciación, de fiesta, tuvo más bien poco, muy poco. La reunión les sirvió a los populares para darse ánimos unos a otros, pero sólo eso. La líder del PP asturiano, Mercedes Fernández, es de las que, de cara a la opinión pública, nunca decae, sea con viento a favor o en contra, como en esta ocasión. Si hay que salir a defender abiertamente a Cristina Cifuentes se sale y punto. Pero una cosa es el espectáculo de este tipo de acontecimientos y otra, la realidad. Y Mercedes Fernández, como no podría ser de otra manera, está muy preocupada (al menos eso es lo que dicen en su entorno) por lo que pueda pasar en mayo del próximo año. Necesita el PP asturiano de buenos candidatos locales que ayuden a sumar votos a la lista autonómica, pero ¿va a ser eso posible con el viento político no precisamente a favor (al menos por ahora) del grupo que lidera Mariano Rajoy?
En la última encuesta regional conocida la coalición IU saldría relanzada en detrimento de Podemos. De cumplirse este pronóstico sería en la única autonomía española en la que pasaría algo parecido. Y como sucede con Ciudadanos en el centro-derecha, lo que ocurra con IU también condicionará las posibles estrategias poselectorales en la izquierda asturiana. Demasiados interrogantes como para ponerse a hacer ahora algún tipo de cábala sobre el futuro político de la región.
