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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

De Vistalegre a El Bibio

Si Podemos tuvo en Vistalegre su Little Bighorn donde el partido de Iglesias empezó a morir de éxito con las botas puestas, el sucedáneo podemista de Gijón se encamina a su propio Bibio, a su particular desolladero. Y no es que sea mala cosa -bien al contrario se antoja asunto democráticamente saludable- que a Mario Suárez del Fueyo le salga un grano de la misma cuña municipal en su afán por investirse de nuevo con la púrpura del morado local. Pero lo que no se puede esconder, ni siquiera disfrazar, es la fuerte división interna entre tirios y troyanos a cuenta del apoyo presupuestario a Foro en el Ayuntamiento, caballo de Troya que le ha metido el agua en casa al podemismo local.

Le va a costar a esta formación política cuadrar el círculo en Gijón, a la vista de las críticas de los anticapitalistas y los ecologistas de Equo a la gestión del factótum municipal. De hecho, la candidatura crítica que va a encabezar la edil Verónica Rodríguez basará su fuerza en la recuperación del carácter asambleario -a su juicio perdido- y en la decisión de sumar fuerzas de la izquierda para desalojar en 2019 a Foro de la Alcaldía, lo que pudo ocurrir en el actual mandato y no se hizo por la falta de entendimiento, consecuencia de viejas rencillas entre cuadros sindicalizados del partido y sus vecinos socialistas.

De regreso al lío del Podemos nacional, los que jalean a Errejón desde las afueras son los mismos que jamás le votarán: los que ensalzan al uno, falsamente disfrazado de social-demócrata, para zaherir al otro, disfrazado falsamente de político con escrúpulos. Errejón puede que aspire a ser el Colau madrileño, pero le queda un mihura por torear. Un morlaco astifino con coleta.

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