Lastres (Colunga),

Bárbara MORÁN

Los vecinos del barrio de El Piqueru de Lastres han reclamado a la Consejería de Educación y al Ayuntamiento de Colunga la adopción de medidas urgentes para remediar la situación de «absoluto abandono» que vive la antigua Casa de los Maestros de la localidad. Según los lugareños, el inmueble padece de aluminosis, lo que implica la alteración progresiva de los hormigones y la pérdida de la firmeza de la estructura, por lo que el edificio corre el riesgo de desplomarse.

Para evitar «males mayores» y por la preocupación que existe en el barrio, los vecinos ya manifestaron su preocupación por este asunto al Ayuntamiento de Colunga en varias ocasiones. Ahora exigen una solución. «Que miren para esta construcción, que la tiren o que la arreglen si se puede, aunque si está tocada por la aluminosis es muy difícil, pero que asuman responsabilidades porque es un peligro», denunciaron Nieves Braña y José María Ibáñez, dos vecinos de El Piqueru.

La Casa de los Maestros se construyó en 1965. Desde entonces, en el edificio, de cuatro plantas y que es propiedad de la Consejería de Educación, no se realizaron obras de mantenimiento. Desde hace dos años, nadie lo habita y su deterioro va en aumento cada día. Para colmo, el inmueble limita con una callejuela de mucho tránsito, ya que da acceso al recién creado Centro de Servicios Múltiples de El Piqueru, que alberga un telecentro, una biblioteca y un salón de actos, entre otros servicios a los que acuden muchos vecinos y veraneantes. También se accede por la misma callejuela a La Colegiata, el colegio público llastrín.

Motivos más que suficientes, según los vecinos, para que las administraciones competentes dejen de hacer oídos sordos a sus reivindicaciones. «Sólo pedimos que una propiedad que es del Principado no ponga en peligro a los ciudadanos, que se atienda y que se tomen medidas», destacó Ibáñez.

Lo cierto es que sólo con dar un vistazo rápido al tenebroso edificio se aprecia el mal estado de la estructura. Cornisas descolgadas, antenas de televisión oxidadas y colgando de un cable, ventanas rotas y desprendidas, cascotes que caen a la calle, y una larga lista de daños que manifiesta el edificio. En días de fuertes vientos o de intensas lluvias los cascotes acaban cayendo sobre la calle, por la que caminan los niños hacia el colegio o por la que los llastrinos acceden al Centro Polivalente de El Piqueru.

«Ya hace un par de años hablé de este asunto con el alcalde de Colunga (el socialista Rogelio Pando), pero nada conseguí. Los días pasan y el edificio está cada vez en peor estado y nos preocupa levantarnos un día y que haya sucedido una desgracia», lamentaron Nieves Braña y José María Ibáñez, mientras reclamaron para El Piqueru «un trato digno, que se vele por la seguridad, no sólo de los que aquí vivimos, sino de los que transitan esta calle, con este edificio que amenaza con venirse abajo y que, ademas, aporta una imagen de abandono del barrio», añadieron.