Llanes, María TORAÑO

Con una naranja y dos placas de metales diferentes se fabrica una pila. Si se mezclan bicarbonato y vinagre se puede hacer que las lentejas en remojo bailen sin parar. El jugo de cocer una lombarda sirve como un excelente indicador de ácidos y bases. No es magia, sino reacciones químicas sencillas conseguidas con elementos cotidianos, que son los que emplea el profesor Santiago Amado Señarís en sus experimentos escolares. El Instituto de Educación Secundaria de Llanes ha comenzado con la propuesta «Los jueves tienen mucha química», ya que este 2011 ha sido declarado por la UNESCO año internacional de esa disciplina científica.

Desde el departamento de Física y Química del centro llanisco se encargan de los experimentos, que se realizan en los recreos de los jueves, de 11.05 a 11.15 horas, para «no quitarles más tiempo a los alumnos de su descanso», explicó Amado. Parece que la idea surte efecto, y la iniciativa es un éxito, porque el laboratorio se llena semana tras semana. Además, los alumnos participan, contestan y preguntan continuamente. La asistencia es voluntaria y también puede acudir cualquier profesor y personal no docente.

«Está claro que no es nada cómodo llevar en el bolso una naranja enchufada con cables a modo de pila», explicó Amado, para quien el ejemplo casero sirve para que a los estudiantes no se les olvide que el mecanismo de ese tipo de baterías es tan simple como poner en contacto dos metales diferentes con una sustancia conductora. El ejemplo de las lentejas con bicarbonato y vinagre explica las reacciones ácido-base con desprendimiento de gases, ya que lo que hace «bailar» a las legumbres son las burbujas de dióxido de carbono que se desprender al juntar las dos sustancias «que todos tenemos en algún armario de la cocina de casa», añadió.

Para acercarse a los más jóvenes, Santiago Amado Señarís también ha creado un blog en el que recoge todo lo que hacen cada semana. Otro profesor se encarga de grabar el experimento del día, que posteriormente se cuelga en la página http://2011esquimica.blogspot.com para todo el que quiera verlo. Los pasos son tan sencillos que cualquiera puede repetirlos en su casa. La intención no es otra que lograr que los chavales se acerquen de una manera distendida a las ciencias y le pierdan el miedo al laboratorio y a sus instrumentos.

Amado no es nuevo en este tipo de actividades. El curso pasado impartió clase en el Colegio Amor de Dios de Oviedo y con sus alumnos de cuarto de Educación Secundaria creó un blog sobre la relación entre la ciencia y la vida cotidiana. Con él lograron una mención de honor en el apartado de materiales didácticos de ciencias en soporte interactivo en el concurso «Ciencia en acción», cuya final se celebró en Santiago de Compostela. Este 2011 es el «Año internacional de la química» porque coincide con el centenario de la concesión del premio Nobel a Marie Curie y el de la fundación de la Asociación Internacional de Sociedades Químicas.