Infiesto (Piloña),

Lucas BLANCO

Apenas faltaban unos minutos para que comenzara la primera de las dos grandes procesiones de la Semana Santa piloñesa para que, quién sabe si por razones divinas, la constante lluvia caída a lo largo del día en la villa de Infiesto cesase de repente, facilitando que los alrededor de doscientos feligreses que se encontraban en la iglesia pudiesen pasear a Jesús Nazareno por las principales calles de la capital del concejo.

Para evitar que la lluvia reapareciera e incordiara los festejos, el recorrido, con principio y fin en la iglesia parroquial de San Antonio de Padua, se limitó a las céntricas calles de San Antonio, Marqués de Vistalegre, Covadonga y La Pedrera, por las cuales se agolpaban grupos de curiosos que no querían perderse su desarrollo.

Una veintena de nazarenos y otros tantos integrantes de la banda de gaitas, tambores y cornetas abrían el paso a la imagen del santo, portada por los miembros de la Cofradía del Santo Cristo de la Misericordia de Infiesto, que en cuestión de treinta minutos y con un paso pausado devolvían de nuevo al Nazareno a su lugar en la iglesia parroquial.

Por tanto, jornada satisfactoria la de ayer para los fieles de la villa de Infiesto, que hoy participarán, a partir de las 21.30 horas, en la procesión del Santo Entierro, la más multitudinaria de cuantas se celebran en tierras piloñesas y que, si el tiempo lo permite, congregará a cientos de personas. En el cortejo estarán presentes, además del Nazareno, las imágenes de la Virgen Dolorosa, custodiada por mujeres ataviadas con mantilla española, Jesús atado a la columna y la urna del Cristo yacente, todas ellas acompañadas de nuevo por la banda de cornetas, gaitas y tambores, los nazarenos, los cofrades, la Banda de Música de Infiesto y los voluntarios de la agrupación local de Protección Civil.