«Antes de cerrar el polideportivo para el uso de los peregrinos deberían plantearse alternativas». Con estas palabras el empresario hostelero José Ignacio Castaño manifiesta su frontal desacuerdo con la idea del Ayuntamiento de Ribadedeva, que estudia cerrar el polideportivo municipal en Colombres para el uso de los peregrinos, aludiendo que el lugar no reúne las condiciones higiénico sanitarias para ello. Además, hay quejas de usuarios del polideportivo, así como malestar de empresarios hoteleros que se quejan de competencia desleal. Castaño reclama al Consistorio que «en vista de que se va a tardar en acondicionar el antiguo edificio de la oficina de turismo como albergue, deberían darle la concesión a un particular para que lo llevase», señala. Según Castaño, cada año pasan por Colombres entre 8 mil y 10 mil peregrinos que dejan en la capital de Ribadedeva 240. 000 euros en restaurantes y comercios. «Ahora, sin sitio donde poder quedarse ese flujo disminuirá considerablemente», dice, informa Emilio G. CEA.