Una hembra de calamar gigante (architeuthis dux) apareció ayer en la playa cántabra de Arenas, en la desembocadura del río Deva. El arenal está próximo a la localidad de Pechón y muy cerca del límite con Asturias. El ejemplar muerto pesa entre 170 y 180 kilos y, aunque en un principio había órdenes de llevarlo a un vertedero para incinerarlo, la intervención del responsable del Cepesma (Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas), Luis Laria, lo impidió.

El organismo tiene su sede en Luarca, adonde iban a trasladar al animal muerto, pero finalmente se llevó para Santander, para congelarlo allí y realizar la necropsia en el plazo aproximado de un mes. Laria explicó que la hembra estaba recién muerta y "puede pertenecer al área de Carrandi, en la vertical de Colunga, o a Los Pozos de Ribadesella", dos áreas importantes en presencia de calamares gigantes. Añadió que el viento dominante estos días fue oeste-suroeste y se puede haber trasladado desde esa zona hasta Pechón.