Cansada de los malos olores que desde antes del comienzo del verano se desprenden de la balsa de la antigua depuradora de Arriondas, Vanesa Rodríguez presentó ayer en el Ayuntamiento de Parres una queja por escrito, con el objetivo de reclamar a las administraciones públicas "información acerca del origen del insoportable hedor, que revuelve las tripas", y exigir "una solución urgente para el problema".

En la casa consistorial recogieron el escrito, que sellaron "pero sin indicar el número de entrada de la reclamación, lo que en la práctica lo invalida", se queja esta vecina, que está "cansada de vivir con las ventanas cerradas porque si se te mete en casa el olor no eres capaz de sacarlo". La de Rodríguez no ha sido la única queja que ha recibido el Ayuntamiento por unos olores que se hacen especialmente patentes en el barrio de La Noceda -popularmente conocido como de Las Canarias por el color amarillo original de sus edificios, de protección oficial-, que se encuentra a menos de cien metros de distancia de la depuradora.

"Ya nadie quiere pasear por el camino junto al ríu Chicu que llega hasta el pozo de La Raíz porque huele a dolor", incide Enrique Martínez, vecino de la calle Príncipe de Asturias, hasta donde también llegan los olores, "especialmente a primera hora de la mañana o sobre las cinco de la tarde", dice, para rematar: "Necesitamos una solución urgente".

En la misma línea se expresa Gemma Vivero. "El colegio de mi hijo está a cien metros del foco y me preocupa que respire aire insalubre", comenta. "Además, hay más mosquitos desde que está este olor", puntualiza su amiga Patricia Celorio, que también es madre de una niña. "En el pueblo se oyen muchos comentarios, como que no sanean adecuadamente porque las pastillas son muy caras, pero nadie nos ha comunicado nada", cuenta Pilar Pesquera.

Mientras tanto, el alcalde de Parres, el socialista Marcos Gutiérrez, asegura que "es un tema que nos preocupa y al que estamos buscando solución porque yo mismo lo sufro a diario, ya que vivo en la calle del Barco, una de las más afectadas ". Según cuenta el regidor, "hasta la antigua depuradora bajan por un colector residuos de la quesería Lafuente para ser pretratados, al carecer la fábrica de una planta para este proceso. Una vez pretratados van a la depuradora nueva de Ricao. A principios de año el Consorcio de Aguas nos comentó que llegaban de la depuradora de Ricao muchos residuos en malas condiciones. Contratamos al laboratorio Estabisol a finales de febrero para que analizaran muestras del colector y vieron que estaba en malas condiciones en marzo. En mayo se contrató a la empresa Jocaba para desatascar el colector y se cambió un tramo que estaba en mal estado", narra el regidor socialista.

Aunque la calidad de los residuos que llegaban a la depuradora de Ricao mejoró sensiblemente, "en junio comenzó a llegar un líquido blanquecino con olor a leche y enviamos a los técnicos municipales, que llegaron a la conclusión de que el foco del problema se encontraba en la zona de pretratamiento de la antigua depuradora porque no se hacía el correcto pretratamiento, con el consecuente mal olor", expresó. "El colector sí es competencia del Ayuntamiento, pero la zona de pretratamiento, que está cedida de forma precaria a la quesería, no es de competencia municipal", resalta el alcalde, que avisó del problema a la empresa vía telefónica primero y por escrito el 10 de septiembre de 2014. En el texto "instamos literalmente a la quesería a revisar los procedimientos para ajustar los vertidos a los parámetros autorizados".

El 23 de octubre tendrá lugar una reunión entre representantes de la empresa y técnicos municipales para dar solución a un tema que, en palabras del alcalde, "va más lento de lo que nos gustaría".