Con incertidumbre. Así reciben hosteleros, hoteleros, comerciantes y vecinos la noticia de que el festival de música electrónica Aquasella, que nació hace 19 años al calor del Descenso Internacional del Sella, se desvincula de la cita deportiva, que tendrá lugar el 8 de agosto, y se celebrará dos semanas más tarde.
"No sabemos qué va a pasar estamos a la expectativa. Quizá no esté tan masificado pero el día de Les Piragües gente va a haber seguro", explica Juan José Somoano, que lleva 28 años al frente de la cafetería Neymar. "Antes la gente se iba para Ribadesella después de ver la salida pero desde que se emite por televisión la prueba y desde que está el Aquasella, el ambiente se prolonga hasta el lunes en Arriondas y aquí viene esos días mucha gente a comer", señala.
En la misma línea se expresa Fernando Fondón, del hostal café El Español. "Hay incertidumbre. Para nosotros quizá sea más cómodo trabajar en dos fines de semana diferentes pero el día 8 por la tarde se va a notar un poco el bajón. Además, a la gente que viene al Aquasella le gusta salir a dar un paseo por el pueblo y ver que estamos de fiesta", apuntó Fondón, miembro de la asociación "Selleros", que se reunirá próximamente para debatir el tema. También la asociación de Profesionales del Comercio, en pleno proceso de renovación, se reunirá para tomar una posición conjunta una vez esté formada la nueva ejecutiva.
Desde la empresa organizadora alegan motivos logísticos para justificar la desvinculación. Evitar atascos por carretera, facilitar a quienes no deseen acampar la búsqueda de un alojamiento alternativo o mejorar la negociación artística al evitar que los Dj tengan que llegar mucho antes al recinto son algunos de los argumentos que esgrime Alex Cabo, miembro de la organización del evento, que reúne a más de 20.000 personas en la zona de El Merediz, en Cangas de Onís.
"El cambio nos lo planteamos hace ya dos años y creemos que es acertado porque mejorará la comodidad de los asistentes", dice. Algo en lo que coincide con Toni Somoano, que regenta un hotel en Cuadroveña y unos apartamentos en Collía. "A nivel profesional lo veo bien. A principios de agosto siempre llenas pero a finales cuesta. El mismo día que se anunció el cambio de fecha me llamó gente para reservar el fin de semana del 21 porque venían al Aquasella. Da gusto atenderlos porque son gente que no dan problemas, vienen a dormir y poco más", señala. "Pero a nivel personal tengo ciertos interrogantes para el futuro de ambas fiestas. A mi me gusta ir al festival pero sin el gusanillo de Les Piragües pierde la gracia y además era un buen escaparate para el Descenso al que hacía marketing todo el año. Tendrían que haber avisado con más tiempo porque hay gente de fuera que ya tenía las vacaciones cogidas en esa fecha para venir", cuenta.
Quien está totalmente a favor de que las dos festividades tomen rumbos separados es Belisario Suárez, que regenta la sidrería El Mirador. "Estoy encantado. Son dos eventos muy importantes pero a la vez muy diferentes y con vida propia independiente. Los turistas que van al Aquasella no saben lo que es el Descenso. El cambio servirá para que Les Piragües recuperen el carisma tradicional, que estaba algo perdido. Alargará el verano, será beneficioso para los empresarios de la zona", augura. La misma idea defiende Maya Íñiguez, de Alimentación Íñiguez. "Estoy contenta de que se desvincule porque así se recuperará la esencia de Les Piragües, que no tiene mucho que ver con el Aquasella aunque es cierto que hay cierta incertidumbre por lo que pueda pasar", explica. También vecinos como David García se muestran a favor del cambio. "Ayudará a recuperar la esencia de Les Piragües y se ensalzará el desfile. Al principio quizá sea malo pero servirá para que los hosteleros se pongan las pilas y siempre es bueno que haya dos fiestas en el pueblo", defiende este joven asiduo del festival de música electrónica, que teme que los promotores trasladen el espectáculo a otro lugar.
Desde el Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (Codis) lamentan que ambas citas no coincidan. "Cuando el sábado paran la música por la mañana, muchos de los asistentes del Aquasella van a ver la salida. Preferimos que coincidan porque juntas atraen a mucho más público", argumentó Víctor Peruyero.
Por su parte, el alcalde, Marcos Gutiérrez Escandón, quien resaltó la existencia de opiniones "muy encontradas" en la sociedad parraguesa, achacó la "meditada decisión" de la empresa de cambiar la fecha del evento al hecho de que el fin de semana del Descenso hay un evento musical similar en Almería que podía restar público al Aquasella.
