La solución para evitar nuevos desprendimientos en la ladera que hace diez días se derrumbó entre Soto de Dueñas y Arobes (Parres), que obligó a cortar el tráfico en la carretera nacional 634, pasa por la instalación de una malla metálica, según los expertos. Los trabajos con la miniretroexcavadora, que suspendida en la cesta de una grúa telescópica se encarga desde el jueves de arrancar el material más inestable del "argayón", se retomaron ayer después de que el domingo estuvieran parados. El objetivo del parón no fue otro que el de permitir el paso a los camiones encargados de trasladar la abundante cantidad de sedimentos desprendidos al vertedero de Triongu.
La miniretroexcavadora, que ayer cambió el cazo de la pala por un taladro para echar abajo el material más resistente, continúa hoy su tarea de saneamiento con novedades. La máquina no estará suspendida de la grúa, sino que se asentará en la ladera, detrás de los railes que quedaron en pie tras la avalancha. Por su parte, la cesta de la grúa albergará suspendido en el aire un contenedor en el que la miniretroexcavadora verterá los materiales inestables que arranque de la ladera.
Una vez esté completamente saneada la zona del argayón, el siguiente paso será hacer una cata en el muro de contención para ver si está bien anclado. En caso afirmativo, se procederá a fijar en la zona afectada de la ladera pernos-piezas metálicas de dimensión variable-para anclar los materiales y evitar nuevos desprendimientos. Sobre los ganchos de los mismos se colocará una malla metálica de contención. También se reconstruirán los raíles del muro de contención que "argayón" echó abajo. Aunque los trabajos de saneamiento de la ladera están muy avanzados, nadie se atreve a dar plazos para la reapertura al tráfico de la nacional 634. Los usuarios, que piden que se abra al menos un paso regulado por semáforos, lamentan que no se respete el sentido único establecido para los desvíos. En teoría, en dirección a Oviedo es obligatorio circular por la carretera de Cuadroveña a Prunales y para volver en dirección a Arriondas por el desvío de Llames de Parres. En la práctica, muchos conductores no respetan la señalización dificultando los cruces y provocando en ocasiones un verdadero caos circulatorio, agravado por el hecho de que algunos camiones que superan los 3.500 kilos de peso circulan por los desvíos a pesar de que lo tienen prohibido.
