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Llanes, con el nardo en la solapa

Los llaniscos se dedican estos días a cuidar la capilla, ensayar los bailes y preparar los atuendos que lucirán en la popular fiesta de la Guía, el día 8

Begoña del Valle y Marién Pérez, ayer, en la caseta de la comisión. EMILIO G. CEA

Mucho más que una fiesta y un bando. Un sentimiento. Así viven multitud de llaniscos los días previos al día más esperado del año, el de la Guía. Las fiestas del bando que tiene como símbolo distintivo la flor del nardo están en pleno apogeo. Los actos del programa festivo se intercalan con los preparativos para la procesión de las mantillas del 7 de septiembre y del día grande, el 8. La villa ya huele a nardos.

La capilla de la Guía es estos días un hervidero de fieles que acuden a la novena que tiene lugar a las 20.00 horas. Al frente de la misma está Erly Díaz Noriega. Cambiar el manto de la imagen cada dos días y acicalar el templo, además de recibir las peticiones de misas, son sus principales ocupaciones. "El día que menos peticiones hay para la novena rondan las veinte", asegura. "El manto lo cambiamos entre dos personas y nos lleva más de dos horas", dice. Díaz Noriega pasa más de nueve horas al día en la capilla. "El trabajo, si es por la Guía, es llevadero", dice.

En el patio del colegio Peña Tú ochenta jóvenes ensayan desde el pasado 18 de agosto los bailes del festival folclórico de la Guía. Los hermanos Begoña y Álvaro Valle del Río junto a Marta Sanz se encargan de dirigirlos entre las 20.30 y las 00.30 horas. "Lo más gratificante es el agradecimiento de la gente. Compensa todos los esfuerzos", asegura Begoña del Valle, responsable de la parte folclórica de la Guía desde hace tres lustros. Eduardo Berbes, de 13 años, bailará la jota del Cuera y el quirosano. "Lo hago empujado por mi abuela", reconoce. A sus 11 años María González Estandía interpretará el próximo martes en el campo de la Guía la jota del Cuera . "Me hace mucha ilusión. Para los que somos de la Guía es uno de los días más importantes del año", dijo.

"Vivo la fiesta desde muy adentro. Es lo que he visto en casa toda la vida con mi madre y mi abuela", asegura Marién Pérez mientras compra varios productos de merchandising en la caseta que el bando tiene en el puente.

La fiebre por la Virgen de Guía que invade Llanes estos días es tal que incluso se ofertan balcones para ver el paso de la procesión de las mantillas del próximo lunes. Todo, por la Virgen que emociona a los llaniscos.

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