El dinitrofenol o DNP es una sustancia letal que está prohibida, pero así todo se utiliza ilegalmente en la fabricación de algunos adelgazantes. Es un polvo amarillo cristalino que se emplea en la fabricación de munición. Además, se comercializa como pesticida, en tintes, conservantes de la madera y productos químicos fotográficos.
En los años 30, esta sustancia se usó en Estados Unidos como un medicamento adelgazante por su capacidad de aumentar la tasa metabólica y la generación de calor. Pero los efectos secundarios graves que sufrieron varios consumidores del producto obligaron a prohibir su uso famarcológico. Detectaron que produce cataratas, daños en el sistema nervioso central e, incluso, la muerte. Pero así todo, se ha vuelto a comercializar en dudosos canales de distribución y algunos usuarios deseosos de perder unos kilos recurren al dinitrofenol sin ser conscientes de los riesgos que corren.
El efecto adverso más común que produce es la erupción, aunque también se han detectado casos de neuritis periférica -que afecta principalmente a las manos-, gastroenteritis, anorexia, agranulocitosis (disminución de un tipo de glóbulos blancos) y neutropenia (reducción de los granulocitos de la sangre), cataratas, sordera permanente y decoloración amarilla de la piel. Entre los efectos tóxicos se incluyen la confusión, agitación, coma, convulsiones, hipertermia, taquicardia, sudoración y colapso cardiovascular.
La Interpol ha lanzado esta alerta mundial de la que se ha hecho eco la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en su web para advertir de los peligros. En lo que va de año en Reino Unido ha habido un aumento alarmante de casos de intoxicación por dinitrofenol hasta llegar a los 30, de los que 5 terminaron en fallecimiento. La mayoría eran adolescentes y jóvenes. Son datos que maneja la OCU.
Al tratarse de una sustancia prohibida, la fabricación es clandestina, por lo que se suman otros riesgos para la salud. Además de que en la etiqueta del producto no se menciona su contenido en dinitrofenol y son cuestionables las condiciones de fabricación y producción. También son mayores las posibilidades de sobredosis porque carece de garantías sanitarias.
El doctor en Farmacia Álvaro Domínguez Gil-Hurlé insiste en los riesgos de comprar medicamentos por internet e incluso, en algunos herbolarios, pues no siempre aparecen correctamente etiquetados a pesar de que la Agencia Española del Medicamento obliga por ley al productor a identificar los componentes del producto. En otras ocasiones también se venden como "natural" y detrás hay "síntesis químicas". Lo recomendable es acudir a canales de distribución fiables y seguros como son las farmacias. Hay que huir de comprar estos productos en internet.
