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Salvar vidas con las manos y los ojos

Los escolares disfrutan mientras aprenden con los sanitarios del Hospital de Arriondas cómo atender a pacientes en situaciones graves

Los escolares riosellanos, en plenos ejercicios. P. M.

Una mañana en la escuela a cambio de poder salvar una vida. Podría ser el lema del grupo de sanitarios del Hospital de Arriondas que ayer acudieron al colegio Manuel Fernández Juncos de Ribadesella para mostrar a los estudiantes cómo "se puede aprender a salvar vidas sólo con las manos y los ojos, reaccionando ante una situación grave y sabiendo lo que hay que hacer y lo que no". Así se explica Ángel García, médico de urgencias del Grande Covián y coordinador del grupo "Maratón de RCP".

Los estudiantes se familiarizaron con la atención a un paciente grave y aprendieron a reconocer y reaccionar cuando alguien está inconsciente. "A llamar al servicio de emergencias, a saber qué hacer hasta que llegue la ambulancia, cómo actuar cuando alguien se atraganta con un cuerpo extraño", puso como ejemplo García.

Tras una explicación teórica, los alumnos se dividieron en varios grupos para ponerse en la piel de quien necesita ayuda y quien la presta, de forma alterna. Lo que para ellos fue un interesante juego podría ser decisivo en un futuro, pues los estudios dicen que, ante una parada cardiaca, "en menos del 25% por ciento de ocasiones los testigos están realizando la reanimación cardiopulmonar" cuando llegan los sanitarios, apuntó el médico.

Más atentos al sonido de la ambulancia y a las técnicas de reanimación que a las consecuencias, como es lógico, los escolares riosellanos se lo pasaron en grande. A Jorge Álvarez, de tercero de Primaria, le divirtió mucho el taller y tomó buena nota, pues ante un atragantamiento sabe que tiene que poner a la persona contra la pared "y empujarle en la barriga". Las amigas Yanira Varas y Covadonga Rodríguez también aprendieron cómo se reanima a una persona inconsciente, "oyendo si respira, poniéndola de costado por si vomita", explicó la primera. El equipo del Hospital de Arriondas lleva varios años impartiendo esta formación a escolares. Al colegio riosellano Manuel Fernández Juncos es la segunda vez que van y su intención es ir todos los años.

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