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"Construiremos algo respetuoso con el entorno", anuncian los dueños de Borizu

Los británicos Bob y Philippa Medlock ya trabajan con su arquitecto para rehabilitar los edificios para que la finca sea su residencia habitual en Europa

Los nuevos propietarios de la espectacular península de Borizu, en Celoriu (Llanes) ya trabajan con su arquitecto para rehabilitar las construcciones existentes, con la idea de convertir la finca, a partir de 2017, en su residencia habitual durante sus estancias en Europa, pero, a la vez, dejando paso libre hacia la "Cara de Cristo" y otras zonas desde las que se pueden contemplar magníficas vistas. Los británicos Bob y Philippa Medlock, que se encuentran desde hace unos meses en Nueva Zelanda, donde disfrutan cada año del verano austral, han contestado a un cuestionario enviado por LA NUEVA ESPAÑA a través de Miriam Malga, responsable de Asturian Property, la agencia que intervino en la compraventa.

Los dueños de Borizu adquirieron la península en noviembre al empresario ovetense Alberto Delgado. El matrimonio británico conocía Asturias desde hacía años. "Hace tiempo que estábamos buscando una casa de vacaciones y decidimos volver a Asturias el año pasado después de varios años sin venir.", señalaron. La pareja asegura que eligió Asturias, en vez de Galicia o Cantabria, "por el clima, el buen acceso y las comunicaciones".

Supieron que la península, una de las "joyas" del Cantábrico, estaba en venta en 2014, a través de internet. Decidieron adquirirla porque tiene "una situación maravillosa y es una propiedad única", indicaron.

En cuanto a sus planes para el futuro de Borizu son muy claros: "queremos rehabilitar las construcciones que hay en la península para disfrutar de nuestra casa de vacaciones con familia y amigos. Estamos trabajando con nuestro arquitecto y las distintas autoridades para crear algo respetuoso con el entorno", añadieron los Medlock.

También tienen clara otra cosa: no construirán canchas deportivas u otro tipo de instalaciones en la finca, pese a que la legislación urbanística vigente en Asturias sí se lo permite. Dijeron "definitivamente no" a nuevas instalaciones en Borizu. "¿De dónde ha salido ese rumor?", preguntaron.

Los Medlock esperan poder instalarse en Borizu en el verano de 2017. Su idea es cambiar su residencia habitual en Europa, en la actualidad situada en Gran Bretaña, por la península llanisca. "Hemos adquirido un gran compromiso con la zona y tenemos muchas ganas de disfrutar de la península durante años", resaltó el matrimonio, que suele pasar seis meses en Europa y otros tantos en Nueva Zelanda, aprovechando los veranos de ambos hemisferios. Ambos están prejubilados. Los propietarios de la finca celoriana planean "separar parte de la zona privada de la península", pero dejando paso libre, incluso más allá de la zona de servidumbre de Costas en algunos puntos. Esperan acometer esta idea "de una forma respetuosa con los alrededores para dar acceso a la 'Cara de Cristo' y a las maravillosas vistas" existentes.

En cuanto a si ven posible compatibilizar sin problemas los usos privados y públicos en la finca, los Medlock son optimistas: "los cambios nunca son fáciles pero esperamos llegar a un acuerdo satisfactorio". El matrimonio británico, que antes de comprar Borizu estuvo en negociaciones para adquirir una finca en Villaviciosa, no tiene pensado adquirir ninguna otra propiedad en Asturias. "La península ya es suficiente para nosotros", concluyó la pareja británica.

La península de Borizu ofrece uno de los parajes más espectaculares del norte de España, pues guarda en su interior playas, acantilados y praderías. La finca está cerrada por un muro y una gran portilla, pero hay una entrada peatonal en el extremo oeste. Aunque la finca es privada, la entrada, a pie, es libre por el borde litoral, pues forma parte de la zona de servidumbre de Costas.

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