Los cinco quebrantahuesos liberados en los Picos de Europa, más el ejemplar que ha llegado para quedarse desde los Pirineos, se han convertido en uno de los espectáculos más llamativos del parque nacional. Sus increíbles dotes para el vuelo, con sensacionales acrobacias, velocidades de hasta 130 kilómetros por hora y elevaciones hasta los 4.000 metros de altura, han llamado la atención de decenas de visitantes del parque nacional.
La evolución de los animales es excepcional, según Gerardo Báguena, responsable de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ). Interactúan entre ellos y con ejemplares de otras especies, y ninguno de ellos ha tenido que recurrir a fuentes artificiales de alimento, aunque a al macho adulto "Atilano" sí se le vio hace meses en el comedero de necrófagas situado cerca del Mirador de la Reina, en el parque nacional de los Picos.
¿El futuro de la especie en la cordillera Cantábrica? Báguena es optimista, e incluso confía en que a finales de este año la primera pareja estable en sesenta años en los Picos de Europa, la que forman "Deva" y "Casanova" dé sus primeros frutos. No resultará fácil, pues aunque los quebrantahuesos son sexualmente fértiles a partir de los seis años ("Deva" los cumplirá en unas semanas) la edad media de la primera reproducción exitosa en España se sitúa entre los 9 y los 11 años. "Ahora es la parte más lenta del proyecto", destacó Báguena, pues casi todos los ejemplares tiene menos de cuatro años.
De ahí que el naturalista se haya marcado como objetivo liberar cinco ejemplares este año, y otros tantos en 2017 y 2018, el máximo previsto en el proyecto. Así, de no producirse más bajas (tres quebrantahuesos liberados en los Picos murieron, uno por causas naturales y dos tras ser atacados por un pollo de águila) habría en unos años 20 ejemplares en el parque nacional, más los que pudieran acercarse desde los Pirineos. "Sería el inicio de un núcleo fundador", indicó Báguena, quien no obstante cree que las sueltas para recuperar esta especie en la cordillera Cantábrica, donde se extinguió hace 60 años, deberán continuar aún más allá del proyecto Life, que tiene su fecha de caducidad en 2018.
La FCQ confía en rescatar cinco huevos en Aragón en las próximas semanas, para atenderlos en un primer momento en un centro de cría, y posteriormente en jaulones, primero en los Pirineos y después, a partir de junio o julio, en los Picos de Europa. La idea es soltar a los pollos en agosto.
Todos los ejemplares liberados en los Picos de Europa llevan radiotransmisores y marcas de colores, con diferentes números, que permiten a cualquier persona distinguirlos, así como anillas con números, visibles con la ayuda de teleobjetivos de largo alcance. Además, todos los ejemplares liberados portan transmisores (GPS/GSM o PTT/Argos). La FCQ agradece cualquier información sobre avistamientos.
