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Los vecinos de Llueves denuncian la presencia de nuevas vacas errantes

Los residentes defienden el prindaje de parte de las reses: "El problema no se circunscribe sólo a nuestro pueblo, afecta a otros"

Varias vacas, junto al porche de una finca privada de Llueves.

Las vacas errantes vuelven a hacer acto de presencia en Llueves y los pueblos contiguos. Los vecinos denunciaron ayer la existencia de al menos un toro y una vaca que merodearon a sus anchas por sus fincas. Los residentes cuentan que el problema se remonta a 2003, fecha en que presentaron las primeras denuncias contra un ganadero de Celangu por tener una treintena de reses desatendidas. "En 2007 hicimos una recogida de firmas en la que participaron más de medio centenar de afectados. El problema no se circunscribe a Llueves; afecta a vecinos de Celangu, H.elgueres, Oliciu, Triongu, Tresanu, Parda, Cardes y Villanueva", aclararon los lugareños.

El Ayuntamiento de Cangas de Onís tomó cartas en el asunto tras constatar reiteradas denuncias contra el ganadero y en febrero, previa resolución favorable de la Consejería, procedieron al prindaje de sus animales al entender que eran errantes, estaban sin sanear y no contaban con licencia de pastos desde hacía algún tiempo. La decisión llevó al propietario, Francisco Javier Monje, que interpuso una demanda en el Juzgado de Primera Instancia de Cangas contra el alcalde, José Manuel Castro y el concejal de Medio Rural, Gonzalo Suero, por prevaricación la semana pasada. "Si me quitan las vacas, me echan a la ruina", afirmó el afectado, después de conocer que el ganado saldría a subasta si no hacía frente a los 5.300 euros de gastos de prindaje y mantenimiento de los animales, que se encuentran en el Mercado de Ganados cangués. Varios vecinos manifestaron ayer a LA NUEVA ESPAÑA su conformidad con el prindaje llevado a cabo desde el consistorio. "No es un capricho. Si atendiera al ganado no nos importaría que tuviera 200 vacas pero las vacas vagan por nuestras fincas sin control causando daños en nuestras cosechas. Sólo queremos una solución, no arruinar a nadie", expresaron.

Monje confirmó que ayer se le habían escapado dos reses que al cierre de esta edición estaba intentando localizar. "Me han robado por envidias. En 2013 me mataron una a tiros y ahora tengo una novilla herida por sus perros. Es falso que me niegue a sanear. Si las vacas entran a los prados es porque cayeron las murias que separaban las propiedades de los pastos comunales", concluyó.

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