La creación de una zona de desembarque para las canoas que bajan el Sella en descensos turísticos incluirá mejoras en un área de unos 6.000 metros cuadrados a la altura del puente de San Román. Este área, situada en el margen derecho del río, ya se está utilizando como punto de llegada, pero cada empresa -hay quince que organizan descensos- lo señaliza de una forma diferente, a menudo con carteles clavados en los árboles.
La intención del equipo de gobierno de Ribadesella, promotor del proyecto, es "mejorar la imagen" de esta actividad que cada año realizan miles de personas. La alcaldesa, Charo Fernández Román, de Foro, explicó que las obras empezarán "después de septiembre", pues la tramitación administrativa impedirá que esté disponible para este verano. Con un coste de 233.574,37 euros, la financiación está aún por definir, aunque la regidora tratará de que el Principado contribuya a esta mejora para la actividad de turismo activo más demandada de Asturias. Forma parte de este proceso la exposición pública que comenzó ayer -y se prolongará los próximos 14 días naturales- del estudio de impacto ambiental.
El proyecto pretende "organizar el uso" de la zona, "limitando los accesos no controlados al río, minimizando la erosión y recuperando la franja de bosque de ribera muy deteriorado en partes y ausente en otras".
Para ello se habilitarán "nueve rampas de desembarque distribuidas a lo largo de la margen derecha del río y a las que se accede a través de plataforma hormigonada y de un camino de servicio que estará pavimentado y será continuación del acceso actual". La plataforma ocupará 1.513,95 metros cuadrados y está concebida como "la zona de mayor tránsito de vehículos, remolques y personal". El proyecto incluye su pavimentación y ordenación "combinando las actuales zonas arboladas a respetar con un enlosado superficial indicativo de las circulaciones a efectuar".
Se pretende por un lado respetar y preservar las zonas verdes actuales sin provocar el impacto de una losa continua de hormigón y habilitar tres pequeñas áreas de descanso (420,38 metros cuadrados) al servicio de los usuarios y visitantes de la zona. Contarán con arbolado adulto "a preservar y potenciar" sobre terreno natural que será aislado de la plataforma mediante bordillo perimetral.
Dentro de la zona de actuación, las zonas arboladas ocuparán 1.411,46 metros cuadrados y están descritas como áreas "de alto valor medioambiental por ser la representación de la vegetación de ribera propia de la zona". Se recuperará el arbolado existente mediante desbroce, poda y eliminación de unidades muertas y se implantarán "nuevas zonas en tramos perdidos que den una continuidad a la línea de arbolado". Para ello se plantarán nuevos ejemplares de olmo, arce y laurel, entre otras, que se combinarán con "arbustivas autóctonas".
