El equipo directivo del colegio público Río Sella de Arriondas explicó ayer que su intención de cara al próximo curso es la de seguir con el método tradicional de enseñanza, a saber: libros de texto, deberes y exámenes finales. "Nos gustaría aclarar que sólo hay una profesora en el centro educativo que utiliza un sistema sin libros en su curso, lo cual es muy respetable, pero el resto de maestros seguirá optando por trabajar como hasta ahora se ha venido haciendo", dijo la directora, Ana María González, respecto a la inquietud que les ha llegado de algunos padres tras conocer a través de LA NUEVA ESPAÑA el novedoso método que se emplea en un curso.
"Unos cuantos padres nos manifestaron su preocupación por los posibles cambios en la forma de educar y evaluar a los alumnos y por eso queremos hacer un llamamiento a la calma", añadió la directora.
La profesora Begoña García, que lleva dos décadas impartiendo clases en el colegio de Arriondas, ha optado recientemente por un método basado "en proyectos propios, que refuerce la educación emocional y "ludifique" la enseñanza". La iniciativa ha sido seleccionada entre más de un millar de España, debido a un concurso convocado por la Fundación Telefónica dentro del programa "Poder Canijo" que reconoce el talento de los docentes y su contribución a la transformación del proceso educativo.
El programa es un escaparate de las metodologías más innovadora de docentes en activo, de Primaria y Secundaria, de toda España. García consiguió colocarse entre los 32 docentes finalistas, siendo la única representación asturiana entre los seleccionados por despertar de manera eficaz la inquietud de sus alumnos en las diferentes materias.
Sin embargo, esta metodología que deja de lado los deberes al uso, los libros y los exámenes, ha chocado de frente con las reticencias de algunos colegas de profesión: "Los niños lo van a pasar mal cuando cambien de profesor y tengan que volver a coger los libros, como se hizo toda la vida".
