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Lastres desbroza su pasado

Nueve vecinos destapan las tolvas donde se cargaba el carbón de Carrandi al limpiar un tramo de la senda costera

Ángel Moro junto al cargadero de mineral que ha quedado al descubierto tras la limpieza. P. M.

Si nueve vecinos con herramientas domésticas (azadas, sierras y desbrozadoras) han conseguido limpiar los primeros 200 metros de la senda costera que va de Lastres a la playa de La Griega en tres fines de semana, ¿qué no podrán hacer las administraciones con los medios y los recursos de que disponen?. Es la pregunta que se hacen estos voluntarios, miembros de la Asociación de Vecinos de Lastres y Luces, que esperan que su trabajo sirva de inspiración para que el Ministerio de Fomento ejecute la senda, un proyecto presupuestado en 1,39 millones de euros que sólo necesita la asignación presupuestaria.

Han sido jubilados, amas de casa y un pescador los que, además, han dejado un importante emblema de la historia local a la vista de todos: el cargadero de mineral con las tolvas por las que se vertía el carbón extraído en Carrandi, que en "cajilones" se transportaba a través de un cable enganchado en diferentes puntos hasta otro cargadero enclavado en la mar, todavía visible en la costa lastrina.

En el edificio había "unas puertas de hierro que se levantaban para que saliera el carbón y se cargaba en los 'cajilones' (cajones) que se descolgaban por un sistema de plataformas hasta el mar", describe Ángel Moro, presidente del colectivo vecinal, antes de apuntar que este sistema iba "de menos a más", ganando altura conforme se acercaba al mar. El edificio dejó de funcionar en 1934 y fue devorado, poco a poco, por una maleza que no se ha despejado hasta que este grupo de lastrinos se puso manos a la obra para habilitar un lugar de caminata y esparcimiento para vecinos y visitantes. Lo han hecho durante los tres últimos fines de semana y ya casi están llegando a la carretera AS-257. Este vial se construyó en el año 1906 y hasta entonces los lastrinos utilizaban la carretera que ahora este grupo de vecinos han recuperado, con la satisfacción de estar conservando una parte importante de la historia local.

El lugar abierto tiene, además, un sinfín de posibilidades, pues "da el sol todo el día, hasta que se esconde", subraya Charo Montoto, quien conoce el lugar desde su juventud. Los vecinos desconocen los planes concretos del Estado para la explanada del cargadero, pero anhelan que se ejecute de una vez por todas la senda costera. Para reivindicarla han recogido más de 2.000 firmas, que presentarán cuando acaben la sextaferia a través de la que están limpiando la zona. Entregarán las firmas tanto en el Ayuntamiento de Colunga como al delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, con la esperanza de que el ejemplo civil cunda en el ámbito político.

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