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Piden más plazas para coches o lanzaderas ante la saturación de la playa de Vega

El tirón del arenal riosellano ha generado atascos, con peleas y agresiones entre los sufridos bañistas al volante

Tamara González, con su hijo Adrián Fernández, y Almudena Martínez, con el pequeño Guzmán Pascual. P. M.

Una variante que evite el tráfico por el pueblo, una zona de aparcamiento más amplia y quizás un servicio de autobuses. Son algunas de las propuestas que hacen los usuarios de la playa de Vega para evitar atascos como los que se producen cada fin de semana de buen tiempo, sobre todo en agosto. Son miles las personas que tratan de acceder al arenal y lo hacen por la estrechísima carretera que atraviesa el pueblo, donde no hay sitio ni para que se crucen dos coches. Los vehículos se amontonan a lo largo de la carretera, que al entrar en la localidad se convierte en un embudo. Una vez que logran acceder, además, la escasez de aparcamientos ha llegado a provocar incluso enfrentamientos personales.

"Se puso de moda", opina Almudena Martínez, de Siero, quien lleva cinco años eligiendo esta playa y cree a Vega llega mucha gente "emigrante" de Rodiles (Villaviciosa"), una de las más saturadas del litoral. Le ha tocado vivir alguno de esos atascos, sobre todo el verano pasado, pero destaca que en Vega, pagando los 2,5 euros de una finca privada, "por lo menos aparcas. Hay veces que vas a Rodiles y no lo consigues". Con todo, estos agobios "acaban en septiembre, cuando ya es más fácil aparcar fuera", en la arboleda, el único espacio público disponible para estacionar y con unas ochenta plazas.

A algunos usuarios este precio les parece "razonable para tener el coche todo el día" y otros como Augusto Hoyo cree que el problema radica en que "es una playa muy grande con un acceso estrecho y poco aparcamiento. Son cosas que no conjugan bien". El joven ovetense acudió junto a su pareja, Sonia Chacón, quien también ve necesario "ampliar la zona de aparcamientos, que se limita a la arboleda y es difícil encontrar sitio". Cuando acuden entre semana les cuesta "un pelín" aparcar y "algún fin de semana" les ha pillado atasco. "A lo mejor la opción de los autobuses es buena", apunta Chacón.

Pilar Peón es natural de Bones, localidad muy cercana a Vega, y conoce la playa de toda la vida. "Los fines de semana es imposible, no hay sitio. Y por semana, si vienes antes de las once tienes aparcamiento. Si es más tarde, nada. A veces no hay ni de pago", apunta antes de reclamar que autoricen el aparcamiento en la zona más próxima a la playa, como sucedía antes. "Hace años daba gusto con esta playa, pero yo ahora un domingo me voy a La Espasa. No quiero saber nada de caravanas, gente pitando, cabreados?", describe la vecina, quien ha visto hasta peleas y agresiones durante uno de esos atascos.

Con todo, para quien visita Vega un día laboral esto le suena ajeno. Es el caso de Andrés Valiente Rojo, de Palencia, que la conoció esta semana y tuvo la suerte de encontrar "un par de sitios en la arboleda" a las doce del mediodía. Nadie advirtió a estos turistas de la situación del tráfico en Vega, al igual que unos pucelanos a quienes el precio del aparcamiento privado les pareció adecuado.

La variante que demandan tanto usuarios como vecinos y el gobierno local para dar solución a estos atascos está incluida en el proyecto de parque playa que el Principado aprobó para Vega en septiembre de 2009, aunque ya llevaba dos años sobre la mesa. Con un presupuesto de 2.567.000 euros, un 34% de aquel dinero se destinó a la adquisición de los terrenos. El proyecto incluye 190 nuevas plazas para turismos y siete para autobuses. Implicaría también la regeneración de las dunas, entre otras mejoras.

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