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BEATRIZ SAGRADO ROBERTO | Integrante de Médicos del Mundo y activista contra la prostitución y la trata con fines de explotación sexual

"No se conoce lo que hay tras la industria de la prostitución"

"El reproche social debe ir hacia la demanda; hay que educar en igualdad, y en una sexualidad libre y no pagada"

Beatriz Sagrado. P. M.

Beatriz Sagrado Roberto (Montevideo, 1953) es fisioterapeuta, miembro de la junta directiva de Médicos del Mundo y especialista en intervención social ante la violencia contra las mujeres. Mañana hablará sobre prostitución y trata con fines de explotación sexual en una conferencia organizada por "Tertulias en Llanes" a las 18.00 horas en la Casa de Cultura.

-¿Qué debate social existe ahora sobre la prostitución?

-En la sociedad en general todavía no se conoce qué es lo que hay detrás de la prostitución, la "industria prostibularia", como me gusta llamarla. La realidad está desvirtuada por factores como los medios de comunicación y la publicidad, y por eso se habla muchas veces del trabajo sexual, pero es una forma de higienizar la explotación sexual. Hay explotación, no se le puede llamar trabajo. Algo hemos avanzado, porque ahora sí hay debate social y el asunto está en las agendas políticas, pero no con la importancia que debería tener. En España es alegal, no hay ningún régimen que incline la balanza a un lado u otro.

-¿Cuál es su postura?

-Yo, tanto personalmente como desde las organizaciones en las que participo, soy abolicionista, no estoy de acuerdo con el sistema prostitucional. Pero siempre con una mirada de solidaridad hacia las personas que están en él.

-¿Cuáles son las cifras que se mueven en torno al negocio de la prostitución?

-La Fundación Scelles, de Francia, hizo un informe mundial de explotación sexual en 54 países y estimó entre veinte y cuarenta millones las personas que están prostituidas en el mundo. En España hablan de entre 300.000 y 500.000 personas, el 90 por ciento mujeres. Y el dinero que mueve en España son 18.000 millones de euros anuales; en Europa, 30.000 millones, y en el mundo, 100.000 millones de euros. No es sólo lo que paga el demandante de prostitución, sino la deuda que contrae la mujer que está en un club, de unos 8.000 euros. Luego, en estos sitios, les venden cosas como ropa o artículos de higiene personal y todo eso va aumentando la deuda.

-¿Qué opinión tiene del argumento de la elección libre o voluntaria de la prostitución?

-Lo de libre siempre hay que ponerlo entre comillas, porque hay muchos factores y con el tremendo deterioro físico y psicológico que les supone no parece que nadie vaya a estar muy feliz en esa situación. Hay muchas causas, pero generalmente se trata de mujeres que tienen que salir obligatoriamente de sus países. Entre el 80 y el 90 por ciento de las mujeres en situación de prostitución son inmigrantes que, por diferentes razones (económicas, políticas...), al encontrarse en situaciones administrativas irregulares acuden a su única fuente de supervivencia. Las hay que vienen engañadas y otras que, sabiendo lo que hay, no tienen alternativa.

-¿Qué idea o filosofía subyace a todo esto, más allá del dinero que mueve?

-En mi opinión, es el patriarcado el que sigue funcionando. Llamémosle ahora el "neopatriarcado", porque tiene muchísimo que ver con las políticas liberales de "el dinero todo vale". Con patriarcado hablamos de un modelo masculino tradicional de sexualidad y lamentablemente lo vemos en las violaciones que está habiendo en las fiestas, el acceso a los cuerpos de las mujeres. Es un modelo muy arraigado que se basa en patrones de dominación y subordinación.

-Ante este panorama, ¿por dónde empezar?

-Peleamos por tener los mismos derechos que los hombres, pero también las mismas oportunidades, y uno de los pilares fundamentales es educar en la igualdad, en una sexualidad libre y no pagada y que no haya aprobación social. Los aires que suenan en Europa ya son abolicionistas y ahí está Francia con una reciente penalización a quien consume prostitución. El acento del reproche social hay que ponerlo en la demanda. Según datos de la Guardia Civil, aproximadamente 1,2 millones de hombres consumen prostitución cada día en España.

-¿Qué hace o debiera hacer el Estado al respecto?

-Hubo un plan integral de lucha contra la trata con fines de explotación sexual que concluyó en 2013, cuando se tenía que haber puesto en marcha el segundo, pero no se elaboró hasta octubre de 2015 y todavía no se ha puesto en práctica. Por otra parte, luchamos por una reforma de la ley de Protección Contra la Violencia de Género que incluya la violencia contra las mujeres fuera de la pareja, y yo diría que el ámbito de la prostitución es el que más tiene, una violencia, además, muy específica contra las mujeres y las niñas.

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