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Diálogos orientales | FRANCISCO SÁNCHEZ | Investigador del Instituto Oceanográfico Español

"Los pescadores han de involucrarse más con los ecosistemas, por supervivencia"

"No existen artes de pesca buenas y malas, sino bien y mal reguladas" "No se puede generalizar sobre la contaminación de los océanos"

Francisco Sánchez, junto a una de las máquinas para sus investigaciones. REPRODUCCIÓN DE P. M.

Francisco Sánchez (Madrid, 1955) es doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid y está considerado el "padre" de la investigación en el área marina protegida de El Cachucho, a treinta millas al norte de Ribadesella.

-Asegura que explotación pesquera y conservación de los ecosistemas son dos conceptos obligados a entenderse, pues dependen el uno del otro. ¿Cuáles son los retos del sector?

-Aprender a convivir con un sistema de gestión integral del ecosistema marino y no sólo con políticas de gestión basadas en TACs (Totales Admisibles de Capturas) y cuotas, que tantos problemas les están causando. La pesca forma parte del ecosistema marino. El estado de salud de las poblaciones de especies de interés comercial depende de los procesos que regulan la producción de los ecosistemas marinos. Ignorar esto un error que se lleva asumiendo desde hace demasiado tiempo. Los pescadores tienen que involucrarse más, por su propia supervivencia, en garantizar el estado de salud del ecosistema en el que trabajan y no sólo de cumplir con las normativas basadas en los TACs y cuotas de sus especies de interés.

-Los relatos de camiones llenos de besugos en puertos como el de Lastres parecen ahora ciencia ficción, pues apenas se ven ejemplares. ¿La pesca intensiva ha esquilmado los mares o son procesos cíclicos?

-Hay ejemplos de todo tipo. En muchos casos ha sido una incorrecta explotación del recurso, pero en otros muchos han sido problemas ajenos a las pesquerías, como la presencia de especies invasoras tóxicas en la alimentación de alguna especie comercial, destrucción de sus zonas de alevinaje por la industria, cambio climático que afecta a sus hábitats, etcétera.

-¿Deberían las políticas europeas y nacionales apostar por pesquerías más sostenibles con artes de bajura y superficie en lugar de arrastreros y artes de fondo?

-Hay que defender el principio de que no existen artes de pesca buenas y malas, sino artes bien reguladas y mal reguladas. No podemos criminalizar a los arrastreros, como hace alguna ONG, y prohibirlos, porque nos quedaríamos sin especies explotables que sólo captura esta modalidad de pesca, como la cigala o los gallos. Simplemente hay que evitar que operen en fondos duros con hábitats vulnerables y dirigirlos solamente hacia fondos sedimentarios de arena y fango, que es donde habitan sus principales especies objetivo. Con respecto a los artesanales tampoco hay que olvidar que en muchos casos han dañado al "stock" reproductor de algunas especies y que algunos de ellos, los enmalles, producen pesca fantasma al perderse. Hoy día existen tecnologías de seguimiento de buques que podrían regular sin demasiados problemas qué modalidades de pesca pueden entrar en unos sitios y cuáles no. Al mismo tiempo existen métodos para hacer las artes más selectivas y evitar los descartes.

-¿Qué opina de las marcas de calidad locales o comarcales que buscan concienciar al consumidor sobre la importancia de elegir pescado de proximidad y capturado con artes de pesca sostenibles?

-Me parece una excelente idea que habría que potenciar para premiar y potenciar a las pesquerías responsables. El consumidor cada vez aprecia más la calidad de los productos y su trazabilidad. Todo el mundo conoce que no se puede pagar lo mismo por una merluza extraída con anzuelo y vendida en fresco que por otra congelada, pescada en mares lejanos y al arrastre. Sus calidades son diferentes y el consumidor sabe apreciarlo, igual que lo hace con un buen vino o un buen jamón.

-¿Son útiles las vedas, como la que el Principado acaba de imponer para el oricio?

-Depende de qué tipo de vedas y para qué fueron creadas. Algunas no tienen el mas mínimo sentido biológico y se diseñaron en su momento para evitar conflictos por el espacio entre distintas modalidades de pesca que ya no existen. Otras han sido muy eficaces, como por ejemplo las dirigidas a proteger los juveniles de merluza. Han sido la principal causa de la recuperación del stock de esta especie, con la inestimable ayuda de la implantación de las cajas azules en los barcos. Sin embargo, tendremos que ir acostumbrándonos, a partir de ahora, que aparte de las vedas dirigidas a proteger determinadas especies comerciales estas se verán acompañadas por otras medidas espaciales de conservación con sentido más amplio, como proteger hábitats o ecosistemas vulnerables contemplados en las directivas europeas, como las derivadas de la conocida Red Natura 2000.

-Se han lanzado alertas sobre la contaminación de los océanos, extensiva al pescado que comemos. ¿Es para tanto y hay que tener miedo?

-Creo que no se puede generalizar. En este sentido es importante seguir la trazabilidad del pescado para conocer su origen y exigir esta información en los puntos de venta. Es cierto que pescado procedente de zonas contaminadas con metales pesados es muy peligroso para la salud humana, pero en principio en nuestro país existe un buen control sobre la calidad del pescado que llega al mercado.

-¿Contribuyen centros como el que se proyecta en Ribadesella sobre El Cachucho a concienciar a ciudadanos y empresas sobre la necesidad de cuidar los océanos y más en especial espacios tan vitales y vulnerables como este?

-Indudablemente. Desde ya hace muchos años la sociedad ha entendido la necesidad de crear Parques Nacionales y Reservas Naturales en tierra porque los ve y los disfruta. Sin embargo su percepción del entorno marino no es igual porque no le es tan accesible y lo conoce muy poco. Tenemos que hacer un gran esfuerzo en acercar este mundo desconocido al ciudadano y que realmente pueda apreciar lo que esconde y su importancia para nuestras vidas.

-En un futuro esperan que la tecnología permita al visitante ver en tiempo real animales como ballenas y cachalotes, que acuden a comer a El Cachucho, ¿será el primer centro de España en el que se pueda vivir esta experiencia?

-Estamos muy ilusionados con que realmente se pueda realizar un centro de interpretación moderno que permita reflejar las particularidades de una montaña submarina lejana y profunda cómo es El Cachucho. Hoy día ya existe tecnología capaz de permitirnos oír en tiempo real los cantos de las ballenas en zonas remotas y disfrutar de las imágenes submarinas de los habitantes de los bosques de gorgonias de esta espectacular montaña.

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