Fernando Calvo es alpinista y guía de alta montaña. Esta tarde impartirá la primera de las conferencias de las XXXVII Jornadas Culturales de Deportes de Montaña de Infiesto, en la Casa de Cultura a las 20 horas.
-Ha titulado su ponencia "Alpinismo mínimo. Historias pequeñas en Los Picos de Europa". ¿Por qué?
-Comparado con el listón del alpinismo a día de hoy, en el que hay grandes montañas y dificultades extremas, el que se hace en los Picos puede parecer pequeño, porque las montañas son más bajas, pero al final el sentimiento es el mismo aquí que cuando te vas a otros sitios. El sentimiento que inspira el deporte es el mismo.
-¿Cómo describe este sentimiento?
-Es complicado de definir. El alpinismo no tiene una razón de ser. George Mallory ya dijo hace muchos años que iba a escalar una montaña porque estaba ahí. El sentimiento de libertad que te aporta estar en la montaña escalando o esquiando es muy difícil de explicar a alguien que no lo ha experimentado, y es lo que buscas.
-¿Basará su proyección de esta tarde en esas pequeñas grandes historias que ha vivido en los Picos?
-Sí, haré una proyección sobre actividades hechas en Peña Santa, en el Pico los Cabrones, algo de esquí de montaña y algo de la cordillera. Son cuatro actividades representativas de cosas que se están haciendo ahora en los Picos. Buscar líneas nuevas, rutas de escalada o cosas diferentes después de 150 años de exploración en unas montañas tan pequeñas como estas conlleva subir el listón un poco más o abrir los ojos a disciplinas como la escalada mixta (la combinación de técnicas clásicas de escalada en hielo con las técnicas de escalada en roca pura) que nos abren nuevos campos. En los setenta y los ochenta hubo buenos alpinistas que abrieron las clásicas y a quienes venimos detrás nos queda buscar los huecos que nos han dejado.
-¿Han mejorado los materiales, la técnica, los deportistas?
-Han mejorado los materiales, la técnica, el entrenamiento, la nutrición, todo. Los novedosos son terrenos que sin esta evolución antes no se podían escalar en invierno, por ejemplo, o la gente no se planteaba que por determinado sitio se pudiera subir. Las técnicas de escalada en hielo están más perfeccionadas y aplicadas a la roca permiten cosas que antes no se podían hacer.
-¿Hasta qué punto debe el alpinismo centrar todo su interés en abrir nuevas rutas?
-Está bien siempre abrir nuevos caminos, nuevas rutas, pero también repetir para saber lo que han hecho otros antes que tú. Un buen aperturista es un buen repetidor también. Es un camino muy personal, de lo que tú sientas, no hay un premio para el más guapo. Es algo que tiene una recompensa personal para ti.
-Cada vez hay más gente en la montaña. ¿Qué les recomienda, como guía profesional?
-Lo más importante es el principio de prudencia, que a veces se olvida, y la formación. No vestirse de arriba abajo en una tienda e irse a escalar, que la actividad en montaña sea progresiva.
