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Julio el de La Guía: "Con 14 años empecé en el estraperlo de pieles, eran otros tiempos"

El poleso afincado en Ribadesella, tratante y emblemático hostelero, participa esta tarde en los VIII Encuentros de "Manos Curtidas"

Julio Díaz, el de La Guía, ayer en Ribadesella. P. M.

Con catorce años vendía de estraperlo pieles de vacas y terneros que conseguía en Sotrondio y Laviana. Se llama Julio Díaz Quirós, de soltero le decían "el polesu" pero ahora todo el mundo le conoce en Ribadesella como Julio el de La Guía. El emblemático tratante y hostelero, al frente durante décadas de la sidrería del mismo nombre, participará esta tarde en los VIII Encuentros de "Manos Curtidas", una cita promovida por la tertulia femenina "Garabato" para acercar los relatos de generaciones anteriores al público general y de forma especial a los más jóvenes.

A la mesa de los encuentros se sentarán, además, Angelina Buenaga Patiño, María Jesús García Blanco y Sonia Rubio Blanco, quienes compartirán protagonismo con la asociación "Amigos de Ribadesella", premio "Manos Curtidas". El poleso, reticente a desvelar su edad, tuvo que despertar su vena comercial desde bien joven, cuando con 14 años empezó al estraperlo. "Eran otros tiempos", rememora antes de lamentar haber ido "muy poco a la escuela". Con 17 empezó en el oficio de tratante junto a un tío suyo. Se desplazaba hasta Ribadesella en tren los miércoles, día de mercado, y se quedaba toda la semana en la comarca. "Los jueves era en Colunga, los viernes en Posada, el sábado en Arriondas y el domingo en Cangas de Onís", enumera Díaz, quien regresaba a Siero otra vez en tren, ya con el ganado, para venderlo el martes en el mercado de la Pola. En Ribadesella se quedaba en el hotel Covadonga y estuvo así hasta que en 1961 se casó con Felicidad García, hija de los propietarios de la sidrería La Guía. El establecimiento tiene "130 ó 140 años" y antes que él estuvo su suegro. Díaz compaginó el trabajo hostelero con el de tratante, algo que siguió haciendo hasta hace poco más de veinte años. Asegura que el campo "está muy mal" y cree que "es una vergüenza" que los xatos hayan llegado a valer veinte euros en el mercado de la Pola, cuando "hace cuarenta años valían 20.000 o 22.000 pesetas". Poco amigo del coche y siempre montado en su moto, ahora es un habitual del establecimiento en el que ha pasado sus últimos 48 años y también atiende cinco o seis vacas que tiene en una finca.

Participación escolar

La tertulia organiza los encuentros en colaboración con la Concejalía de Cultura y sus promotoras han decidido acortar el programa, pues la extensión del acto ha sido la "única queja" que han recibido en este tiempo, por lo que tratarán de que no se prolongue más de dos horas. Se mantienen fieles, sin embargo, al esquema que ha conseguido llenar, año tras año, el salón de actos de la Casa de Cultura. Participarán los tres centros educativos riosellanos: el colegio Nuestra Señora del Rosario, el instituto Avelina Cerra y este año también la escuela pública Manuel Fernández Juncos. Los escolares realizarán una pequeña representación sobre el bergantín "Habana".

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