Los suelos declarados urbanizables en los anteriores plan generales de Llanes deben ser clasificados como rústicos para evitar un continuo urbano en la costa, generar espacios abiertos entre los núcleos existentes y conservar los suelos agrícolas. Es uno de los consejos lanzados por los autores del "Estudio y estrategia del paisaje para la definición de un modelo territorial del concejo de Llanes", Rafael Mata (director), Daniel Ferrer (coordinador) y Diego Martín (colaborador), de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
El informe, que incluye un detallado análisis del territorio llanisco, incluye un apartado final que anima al Ayuntamiento a formular los "Objetivos de Calidad Paisajística de Llanes", a través de unas directrices. Ese capítulo aboga por la "preservación prioritaria de las piezas de paisaje rural existentes entre los núcleos costeros" del concejo, por sus valores "agroambientales" y "ecológicos". Los expertos pretenden así "frenar la conurbación (unión de distintos núcleos) litoral", "generar un sistema de espacios abiertos (sin urbanizar) entre núcleos" y "conservar los suelos de elevado valor agrológico", las erías.
Como soluciones a esa necesidad, los autores del Estudio del paisaje señalan como "prioritaria" la clasificación de estas piezas de paisaje en alguna de las categorías de suelo no urbanizable - de especial protección, de interés o de costa- recogidas en la legislación de suelo asturiana. Pero van aún más allá y piden a las autoridades llaniscas que consideren la "posibilidad legal "y la "conveniencia" de clasificar como "no urbanizables" los "suelos urbanizables" declarados en los planeamientos anteriores, anulados por los tribunales.
Tal y como adelantó este periódico el pasado 25 de marzo, el Ayuntamiento de Llanes puede descartar los antiguos suelos urbanizables (no desarrollados), e incluso clasificar esos terrenos de nuevo como rústicos sin temor a indemnizaciones, pues, según varios abogados expertos en urbanismo, solo podrían haber reclamado daños y perjuicios los promotores de las actuaciones urbanísticas aprobadas y urbanizadas con planeamientos anteriores, pero el plazo ya prescribió en 2012, pues el plan se anuló en 2011.
De otro lado, el Ayuntamiento de Llanes defendió ayer que no hurtó documentación ninguna a las empresas que aspiran a redactar el futuro Plan General. El organismo local realizó el 6 de marzo "una primera entrega" de documentación (entre la que figuraba el borrador del Estudio del paisaje que analizó en detalle LA NUEVA ESPAÑA durante varios días, hace un mes) a las dos empresas que hasta entonces lo habían solicitado. El 17 de marzo envió "una segunda entrega" de documentación, que completaba la anterior, pero una de esas empresas no la descargó, "lo cual no es imputable como incumplimiento a esta Administración, sino al receptor de la información", indicó el gobierno local.
El Ayuntamiento añadió que los días 23 y 27 de marzo envió "la documentación completa" a los otros dos aspirantes que lo solicitaron. Ambos la descargaron. Así, son tres las empresas que presentaron ofertas para redactar el futuro planeamiento. Cuatro equipos solicitaron los estudios previos (del paisaje y de participación ciudadana), dos de los cuals no se presentaron, y un tercero se presentó sin haberlos solicitado, aclaró el cuatripartito.
