El medio ambiente es lo primero en Infiesto, donde parte de los alumnos del colegio abandonaron durante parte de la mañana el centro escolar para limpiar las márgenes del río Piloña. Equipados con guantes de goma, chalecos reflectantes y bolsas de basura rastrearon toda la zona del puente de Pialla en busca de latas de refrescos, plásticos y otros objetos contaminantes para depositarlos donde realmente deberían estar: en el contenedor. Los chavales estuvieron acompañados por un grupo de operarios del Consistorio piloñés que aprovecharon la incursión para sacar del río algunos troncos de árboles caídos que entorpecían el fluir del cauce. La iniciativa fue impulsada por la concejala de Medio Ambiente, la socialista Laura Gutiérrez, y en la misma participó el alcalde, Iván Allende, que destacó el compromiso de los más jóvenes del concejo con la naturaleza.

La recogida de basura no fue la única iniciativa puesta en marcha por el colegio de Infiesto para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente. Más de noventa estudiantes participaron por primera vez y de forma voluntaria en un trueque de plantas. Arbustos como el grosellero, cactus o plantas a las que se atribuyen propiedades curativas, como la "kalanchoe", fueron algunos de los ejemplares que lograron reunir los jóvenes. Una etiqueta en cada tiesto indicaba de qué variedad se trababa o incluso qué cuidados requería el vegetal para su mantenimiento. La iniciativa surgió del grupo de trabajo del huerto del colegio que coordina la logopeda Conchi de la Iglesia. La profesora hizo un "buen balance" de la iniciativa. "A los críos todo lo que tenga que ver con el huerto les gusta mucho. Además les permite experimentar", apuntó.

Su afirmación la corroboraron alumnos como Daniela Meana, de cinco años de edad, que llevó al centro una planta de adorno y se volvió a casa con una gran maceta que contenía un grosellero. Su compañero Flavio Sánchez eligió, tras varios instantes de duda, una planta de calabaza. "Fue difícil quedarse con una solo porque las había muy guapas", aseguró el joven, que reclamó a los mayores que cuidaran con más mimo su entorno.

La Asociación de Madres y Padres (AMPA) del colegio de Infiesto se sumó a la celebración del Día del Medio Ambiente donando al centro educativo dos kits de herramientas para trabajar en el huerto en el que no faltaron rastrillos y palas transplantadoras en miniatura. Lechugas, cebollas, plantas aromáticas o frutas de temporada son sólo algunos de los cultivos que los menores cuidan en el huerto, en el que también hay una compostadora.