Los padres y madres de Infiesto se quedan sin guardería. La ludoteca de la asociación El Prial, que desde hace varias décadas se encargaba de cuidar a niños que aún no tenían edad para ir al colegio, ha anunciado "con gran tristeza y pesar" su cierre por falta de presupuesto.

Un cambio en las condiciones para solicitar la subvención con la que se financiaba impide continuar esa labor más allá de octubre de este año, según confirmó ayer a este periódico la presidenta del colectivo, Ana Fernández, que mañana, a las seis de la tarde, mantendrá en el centro una reunión informativa con los progenitores. La guardería daba servicio a una media de entre quince y veinte menores a diario y contaba con tres trabajadores -dos a jornada completa y uno a media jornada- que perderán su empleo.

La presidenta del colectivo explica que el problema de financiación surgió después de que el Tribunal Constitucional fallara a favor del Gobierno catalán, que reclamaba una modificación en el sistema para repartir el dinero destinado a fines de interés social. "Con la modificación, el 80 por ciento será repartido por las comunidades autónomas, y en Asturias, como pronto, no se resolvería la convocatoria hasta diciembre. El dinero llegaría en 2018 y sería menos cantidad que otros años por lo que no podríamos hacer frente a los gastos, ya que los padres no pagan ni una tercera parte de los costes reales", afirmó. En cuanto a la tardanza en avisar a los progenitores, Fernández argumentó que esperaron porque confiaban en arañar el dinero del 20 por ciento de presupuesto restante que gestionará el Gobierno central. "Pero nos acabamos de enterar de que darán prioridad a actuaciones de sensibilización e investigación en vez de a atención directa en conciliación familiar", señaló.

El cierre de la guardería de Infiesto ha generado "indignación" entre los tutores de los menores, que no tienen dónde dejar a los pequeños durante el próximo año.

El Consistorio piloñés lleva tiempo trabajando en la instalación de una escuela infantil en Infiesto pero las gestiones económicas y burocráticas impiden que se ponga en funcionamiento, como mínimo, hasta septiembre de 2018, lo que ha levantado oleadas de protestas entre agrupaciones políticas como UPIL. El centro se ubicará en el actual parvulario del colegio de Infiesto.