Firmado, sellado y rubricado: el límite entre los concejos de Ponga, Piloña y Caso está justo en la cima del Picu Maoño. No hubo dudas, ni discusiones: los representantes de los tres municipios, reunidos ayer en Infiesto, sellaron lo que todos los vecinos de la zona han sostenido desde tiempo inmemorial pero nunca se había deslindado oficialmente. Tras el "pacto" de ayer, solo resta que los tres ayuntamientos aprueben el deslinde para que se oficialice el punto de encuentro de los tres concejos.
La reunión de ayer en Infiesto surgió como consecuencia de los trámites para deslindar los límites municipales que iniciaron hace meses Caso y Piloña. El pueblo de El Moru, en la parroquia de El Tozu, tuvo la "culpa". Siempre fue piloñés, pero aparecía como perteneciente a Caso en algunos documentos, y de hecho quedó en un primer momento dentro del parque natural de Redes. Las quejas de los lugareños, algunos de los cuales quedaron -literalmente- en tierra de nadie, llevaron a los dirigentes de ambos ayuntamientos a iniciar el deslinde.
Como también quedaba afectado Ponga en la cumbre del Maoño, y dado que nunca se había reconocido oficialmente ese límite, los técnicos del Instituto Geográfico Nacional, que tutela el proceso junto al Principado de Asturias, propusieron esta reunión a tres bandas, que tardó en celebrarse por la dimisión, hace un mes y medio de dos concejales del PSOE de Ponga, que gobierna el concejo junto al PP.
Ahora proseguirá el deslinde entre Piloña y Caso. El Moru es el único "problema", pues el resto de los límites entre ambos concejos afectan a zonas de monta. Según manifestó ayer el alcalde de Piloña, Iván Allende (PSOE), el objetivo es concluir el deslinde a lo largo de 2018. Piloña y Caso ya celebraron hace unos meses una reunión previa. Volverán a reunirse en unas semanas.
