La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Oriente prevé una avalancha de peregrinos, retrasados por el mal tiempo

"Aumentan cada día", dicen en los alojamientos especializados en la ruta de la costa, donde esperan que la cifra se dispare en verano

Katrine Duerinckx enseña la instalación de su albergue en Cuerres. C. M.

El Camino de Santiago de la costa, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, recibe cada año la visita de miles de peregrinos que deciden llegar hasta Santiago de Compostela por una de las rutas más bellas de España. Con la llegada del buen tiempo, los caminantes parecen despertar y ya cada vez más personas llegadas desde diferentes partes del mundo se dejan ver por de la costa oriental asturiana, que discurre por los concejos de Ribadedeva, Llanes, Ribadesella, Caravia y Colunga, para comenzar con la temporada alta del Camino.

"Los peregrinos que llegan por aquí aumentan día a día, con los años ves que cada vez hay más, sobre todo extranjeros. De hecho, los españoles son los que menos pasan por aquí". Jesús Rodríguez regenta la pensión Oyambre en Ribadedeva y, a falta de un albergue en el concejo, un proyecto que el consistorio tiene pensado realizar en el futuro, acoge a peregrinos que deciden tomarse un descanso en la zona tras una jornada de caminata.

Eso sí, aunque el número de peregrinos va en aumento, Rodríguez ha notado que este año, para las fechas que son, no hay tanta afluencia de caminantes como en años anteriores. "Creo que es por el mal tiempo, puede que por la lluvia, quienes pensaban hacer varios días acortan su recorrido y hacen menos kilómetros o directamente lo posponen para más adelante", opina.

Una opinión parecida tienen en Llanes. Andrés Carreño, que regenta el albergue La Senda del Peregrino, nota que "ya empieza a incrementarse la cantidad de personas que pasan por aquí haciendo el Camino" y sus previsiones son que, con la llegada del verano, aún sean más los peregrinos que visiten la comarca.

Por su parte, en Ribadesella, Katrine Duerinckx, propietaria del albergue Reposo del Andayón, está impresionada con el gran número de caminantes que están llegando en las últimas fechas. "Hay muchísimos, se han dado todos la voz y están llegando todos a la vez", bromea. Eso sí, confiesa que hasta ahora ha sido "flojo" y que para Semana Santa "esperaba que hubiera más gente". "Creo que con el mal tiempo se ha retrasado el tema", comenta.

El único concejo oriental que no parece acusar el arranque flojo de la temporada ha sido Caravia. Allí, Rocío Vega, del albergue "La Pumarada" considera que este año "hay más gente que otros años"

El último concejo del Oriente por el que discurre el Camino es Colunga, municipio que trabajó muy activamente en la campaña de promoción para que la ruta fuera considerada Patrimonio Mundial de la UNESCO. Allí, Carmen Riva, del hotel rural La Casona del Fraile, establecimiento que atiende a peregrinos y más en estos momentos que los dos albergues del concejo se encuentran cerrados, cuenta que el incremento de caminantes "empieza a notarse paulatinamente", aunque, como en la mayoría del resto de concejos orientales, considera que el arranque ha sido "un poquito flojo".

Además, Riva cuenta que una de las principales quejas que tienen los peregrinos al llegar es que en esta época, cuando ya ha comenzado la temporada de andar para ellos, aún hay muchos albergues cerrados.

Compartir el artículo

stats